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Claudio Bravo, el cómplice de Sampaoli dentro de la cancha
El portero da instrucciones muy similares a las del DT de la Roja. Además de ser el capitán, el meta es el 'entrenador' en el campo de juego.
El estadio CAP estaba lleno, pero el público estuvo callado por varios pasajes del partido. Los gritos dentro de la cancha se escuchaban fuertes y claros. Sobre todo los de Claudio Bravo y Jorge Sampaoli.
“¡Pidan la pelota!”, exclamaba el DT. A los pocos minutos se escuchaba al capitán gritar “¡Ábranse que (Díaz) está sólo!”. Y así, durante todo el partido, ambos vociferaban instrucciones.
Bravo, además de ser el capitán del equipo, tiene un rol esencial en la cancha. Su posición hace que mire todo el panorama de lo que ocurre. Eso, sumado al rol de líder y su buena proyección del fútbol de Sampaoli, lo transforman en el técnico dentro de la cancha. Es también el que aleona al resto.
Minuto 20 y Vargas hacía una buena jugada. “¡Edu, bien, seguí, seguí!”. Sampaoli felicitaba al delantero del QPR inglés. Segundos más tarde Valdivia sacaba un pase de antología: “¡Bien, bien, bien, vamos!”, lo felicitaba el arquero.
El reloj avanzaba y el partido se ponía áspero. Venezuela entraba con fuerza a cada pelota dividida y los chilenos comenzaban a molestarse. Sampaoli se exasperaba con los cobros referiles y Julio Bascuñán, cuarto árbitro, tenía que caminar constantemente hacia la banca nacional para calmar al DT. En la cancha, Bravo hacía lo propio y corría hasta el juez Antonio Arias para pedir una amonestación. El meta prácticamente imitaba lo que hacía el DT.
Chile ya ganaba 3-0 y Vargas marraba ocasiones. Bravo se llevaba las manos a la cabeza y el técnico exclamaba “¡la puta madre!”. Hasta los gestos de lamento eran similares.
El partido se acaba. Chile derrotaba 5-0 a Venezuela. Sampaoli esboza una sonrisa. Bravo también.
