Hernández
¡One million dollar, baby!
¿Saben cuántos niños hay jugando tenis en Chile actualmente?, preguntó Fernando González a una sala repleta de gente en el lanzamiento del libro Grandes Historias del Tenis Chileno en la Filsa. “Apenas quinientos… en Francia hay 110 mil niños menores de 12 años con una raqueta en la mano”, contestó el propio Bombardero sobre la marcha.
Hace pocos días Jaime Musalem, un chileno radicado hace varias décadas en Estados Unidos y hermano de Leyla, ex número uno de Chile por muchos años, sorprendió a todos donando a la federación un millón de dólares para mejorar la dramática realidad que vive el deporte más exitoso de este país. “Esa plata hay que distribuirla entre los juniors en pasajes y hoteles, jamás en dinero efectivo”, apuntó Nicolás Massú.
El aporte de Musalem le dio oxígeno a la administración de José Hinzpeter -que tenía previsto dejar la presidencia en 2015 y ahora con aire fresco y espaldas más anchas reevalúa su alejamiento- pero no debe enmascarar los severos problemas estructurales del tenis chileno.
No demonizo a Hinzpeter, en su gestión logró que ADO financiara en los últimos años más de 10 futuros por temporada, propició la carrera ADO con premios para los mejores jugadores, atrajo a Marcelo Ríos para que trabajara por el tenis y le ofreció la capitanía a Massú que ha sido un gran aporte. Tampoco cuestiono que haya hecho desaparecer dos canchas en el complejo de Cerro Colorado para que un tercero levantara pistas de pádel. Como dijo el presidente del Coch, Neven Ilic “hay que saber lo que cuesta mantener un recinto deportivo”.
Del resto, la federación debe hacerse cargo. No sólo esta administración sino también la que sucedió a la presidencia de Andrés Fazio que en su momento saneó la contabilidad de la orgánica.
La crítica de Gonzalez es demoledora, pero real. ¿Cómo es posible que haya solo 500 niños compitiendo? ¿Por qué si la tendencia a la baja se viene manifestando hace más de cinco años no se hizo nada por evitarla? En otros temas: ¿Por qué no hay un ranking de escalafón nacional desde los años 90? ¿Por qué los entrenadores están en pie de guerra y quisieron funar a Hinzpeter? ¿Qué pasó con la capacitación de los técnicos? ¿Por qué las canchas de Cerro Colorado donde se juegan torneos de menores y pre qualies de futuros son un desastre?
Saben, en realidad, el panorama no me extraña tanto. Hace un par de años un director de menores de la federación después de la ceremonia inaugural de la Copa Milo, el tradicional torneo internacional de menores, dijo “al fin salimos de este cacho”. No me lo contaron, lo escuché.
Recuerdo también que en el Stadio Italiano intenté sugerirle a otro director de la federación que a los juniors que salían al extranjero a jugar clasificaciones de torneos ITF se le dieran puntos para el ranking chileno si avanzaban en la qualy. Una fórmula para que al regreso figuraran en el ranking local. Como en los grand slam donde si pasas una ronda en la clasificación ganas puntos ATP. No me dio bola. Pero lo entiendo, era la hora de almuerzo y su empanada de queso se veía bastante rica.
Excluyo ciento por ciento a los administrativos de la federación que hacen su trabajo con enorme esmero y muchas veces se los echa en el mismo saco.
Hacer futuros y tener un par de cracks en Copa Davis no alcanza. Si el tenis chileno está vivo hoy es gracias al enorme esfuerzo de los jugadores y sus familias y un emprendimiento exitoso como Tenis Chile, la web que organiza múltiples torneos y brinda la plataforma para que los clubes organicen campeonatos adultos y seniors. No concibo y me molesta que un ranking representativo de la categoría todo competidor donde juegan juniors emergentes y tenistas ATP esté alojado en Tenis Chile y no en la federación. ¿Acaso nunca pudieron hacer una alianza consistente? ¿Por qué reman en sentido contrario? De hecho, hoy ambas entidades están enfrentadas en tribunales a raíz de una querella de Hinzpeter por injurias y calumnias. Qué lejano se ve el ránking del circuito Cristal de los años 90. Busco y busco el ránking de escalafón en la web de la federación y no lo encuentro. Hago click en el canal “profesionales” y sólo aparece “damas”.
Si este millón de dólares caído del cielo motiva al actual presidente para completar su segundo período que lo haga. Pero, por favor, José, arme un equipo calificado, dirigentes competentes, comprometidos, que no encuentren que es un cacho organizar la inauguración de un torneo de menores. Meta mano en el circuito junior que se está cayendo a pedazos. Llegue a un acuerdo con Tenis Chile y empuje desde el mismo lado. Retome la capacitación de los técnicos, tienda puentes de diálogo, hágalos parte del desarrollo.
Hoy la federación tiene acreencias por un tercio de la donación recibida, pero recibió un salvavidas que puede ayudar a recuperar la credibilidad. Ahora lo importante es racionalizar esos recursos, separar las aguas y, fundamentalmente, mejorar la gestión deportiva. De lo contrario, los 600 palos se acabarán y volveremos a lo mismo. Si, en cambio, se trabaja seriamente, hay apoyo, mejoras en infraestructura y alianzas estratégicas con los demás actores del tenis chileno, se pueden sentar las bases para salir del pozo y no depender de la buena voluntad que un mecenas amante del tenis.