Siete historias y anécdotas desconocidas del camarín azul

La U logró bajar este sábado su estrella 17. Antes, eso sí, los azules debieron recorrer un camino difícil y a ratos tedioso para los jugadores. Las concentraciones y los entrenamientos hicieron que el plantel conviviera más entre ellos que con sus propias familias. 

Lógicamente hubo anécdotas e historias que quedaron en el camino y que hoy, al estilo de AS Chile, repasamos:

Plantel no quiso cambiar camiseta

La U estrenó su nueva indumentaria la semana previa al duelo ante La Calera. Los mandamases de Adidas, la marca que viste a los azules, pretendieron en algún momento que la camiseta se estrenara ante los cementeros. Sin embargo, en poco tiempo la decisión quedó en nada.

Lasarte y varios jugadores son muy amigos de las cábalas, por lo que de inmediato echaron por la borda la intención de la empresa que los viste. Aunque ellos querían lucir la polera a pocas semanas de las fiestas de fin de año, el "no" que emanó desde el plantel se escuchó a varias cuadras del CDA. 

La música de Herrera

En las concentraciones y en el camarín. En todas partes es característico de un plantel de fútbol que la música se escuche. Y fuerte. En la U no es la excepción. 

Paulo Magalhaes y Patricio Rubio eran los que más veces se encargaban de elegir los temas musicales que se escucharían. El reggaetón, la bachata y las cumbias fueron los preferidos. Claro que cuando llegaba el turno de Johnny Herrera a ninguno le hacía mucha gracia. El gusto musical del arquero iba en dirección opuesta a la mayoría de los jugadores.

Chipe libre

Martín Lasarte es muy amigo de generar puntos de encuentro para el plantel. La idea de Machete es sacar a los jugadores un rato de la preparación de los partidos y para eso deja que organicen alguna actividad diferente.

Así por ejemplo, los asados, empanadas o campeonatos de futbolito entre ellos frecuentemente se vieron en las dependencias del Centro Deportivo Azul.

Cortés y Ubilla, a Chillán por las suyas

Fiel reflejo de la unión que se vio en el plantel de la U es lo que ocurrió para el compromiso entre los azules y Ñublense, en la fecha 15.

Lesionados, Sebastián Ubilla y César Cortés se quedaron al margen del duelo y tranquilamente pudieron haberlo visto en la comodidad de sus casas. Sin embargo, ambos jugadores decidieron viajar en avión hasta Concepción y luego trasladarse en auto hasta Chillán.  

Visita masiva a Espinoza

Gonzalo Espinoza venía siendo fundamental en la campaña de los universitarios hasta que se fracturó la clavícula. El volante no tan sólo se adaptó rápidamente al esquema futbolístico, sino que comenzó a ganarse un espacio dentro del camarín. Gonzo es de los más queridos.

Por eso no extrañó que el día en que fue operado de su hombro el ex mediocampista de Racing de Avellaneda recibiera la visita de casi todo el plantel. Fue uno de los momentos que más unió al grupo que a la postre fue campeón.

Lasarte se enamoró del CDA

El día que a Martín Lasarte le mostraron las instalaciones del Centro Deportivo Azul quedó maravillado. Machete había escuchado de las bondades del lugar al que le tocaría llegar a trabajar, pero grande fue su sorpresa cuando lo conoció.

Quienes fueron testigos de aquel momento cuentan que por cada lugar nuevo que iba viendo el DT, éste le comentaba a Rodolfo Neme, su ayudante, lo impresionante que eran las instalaciones.

Corujo, el guía de Pereira

Con 18 días de diferencia los uruguayos Mathías Corujo y Guzmán Pereira fueron confirmados como refuerzos azules. El primero de ellos fue el lateral, quien lógicamente también llegó antes a nuestro país. 

Casi tres semanas después lo hizo el volante, quien, a pesar de su actitud en la cancha, fuera de ella tiene una personalidad más tímida. De hecho, fue su compatriota el que lo acogió en el camarín y lo trasladó por Santiago las primeras semanas, hasta que el mediocampista adquirió su propio vehículo.