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Mouat

Merecimientos

El otro día publicaron una nota en ellibero.cl en donde nos preguntaban a Esteban Abarzúa, Agustín Squella y a mí por qué Colo-Colo, Wanderers y la U merecían ser campeones. Abarzúa y Squella argumentaron a favor de sus colores. Dieron razones supuestamente objetivas: soportar la presión del campeonato tratando de alcanzar a la U hasta darle caza (Colo-Colo) o ser el más regular de los tres (Wanderers). Yo no fui capaz. No sé si puedo sostener un solo argumento que deje en claro que la U tenga más merecimientos que los otros dos para levantar la Copa. No creo que tengamos más méritos. Y no lo digo para bajarle el perfil a la buena campaña azul, a la estupenda campaña azul, apenas manchada por un par de partidos falsos que nos pasan la cuenta, porque si hubiéramos obtenido un buen resultado con Colo-Colo en el Monumental o con Barnechea en el Nacional tal vez ya seríamos campeones o estaríamos muy cerca de serlo.

Ocurre que pienso en lo realizado por Wanderers a lo largo del torneo y por supuesto que ahí hay merecimiento. La U enfrentó al equipo de Astorga en el arranque del campeonato, en un muy buen momento de los nuestros, y les ganamos en un partido complicado. Creo que si nos tocara jugar en esta fase del torneo, a la U le costaría muchísimo más doblegar a Wanderers. Colo-Colo, con un plantel experimentado pero reducido, ha tenido el mérito de sacar la tarea adelante partido a partido con un pragmatismo envidiable, y en sus filas hay una columna vertebral relevante: Villar, Barroso, Valdés, Paredes, más el aporte de Fierro, Beausejour, Vilches, Vecchio. Por las razones que sea, cuando los enfrentamos nos superaron ampliamente y eso deja huella.

Al final, esta última fecha no deja margen. Hay que ganar y esperar a ver qué ocurre en la otra cancha. Llevar la radio a la cancha y estar muy atentos, o seguir ambos partidos por la radio, o por televisión en mute con el sonido de las alarma de gol. Iré con mi hija Antonia a la puerta 10 del Nacional, y si nos toca celebrar, bienvenido el festejo azul. En caso de que la U resigne puntos en Ñuñoa y se levante la Copa en Playa Ancha, nos iremos en paz y con la tristeza grande por los jugadores y el cuerpo técnico de la U, que han hecho el gasto y el esfuerzo y sí merecerían una recompensa.

Nosotros, los hinchas, somos el decorado: los que festejamos, hacemos el coro, alentamos, soplamos viento a favor pero al final, con nuestra presencia en las canchas, terminamos sosteniendo una competencia que sin público sería completamente triste y anodina.