San Lorenzo se instala en la final con demasiadas dudas

Los nervios le jugaron una mala pasada a San Lorenzo, que sufrió más de la cuenta para derrotar a Auckland City 2-1 y meterse en la final del Mundial de Clubes. Solo en el alargue el 'Ciclón' logró la diferencia mínima y ahora se verá las caras con Real Madrid. Y para eso deberá mejorar bastante el pobre nivel que mostró ante los oceánicos.

El cuadro argentino no encontraba los caminos y no lograba dar tres pases consecutivos. Auckland impuso el roce y la refriega en la mitad de la cancha, y el 'Ciclón' lo pagó caro con dos amonestados, justamente en la zona media: Juan Mercier y Walter Kanneman.

Parecía que sería un duro descanso para Edgardo Bauza y sus dirigidos, pero en la primera y única jugada colectiva del campeón de la Copa Libertadores, Pablo Barrientos anotó el 1-0.

Cruce de derecha a izquierda, Emanuel Mas ganó línea de fondo, centro atrás, el zurdo amortiguó y definió con un disparo bajo al primer poste, que dejó sin opción al portero Williams. El respiro llegó recién en el segundo minuto de descuento.

Pero el gol no levantó el partido. San Lorenzo, tal como lo hizo en toda la Libertadores que ganó, retrocedió, le cedió la iniciativa al Auckland. Error que pagaría muy caro.

El cuadro de Oceanía arma una buena jugada por el centro, Ryan de Vries encuentra un espacio entre líneas y habilita a Emiliano Tade que apenas roza el balón. La pelota se perdía por la línea de fondo pero Berlanga anota el 1-1 (68').

Yerro de marca de llevaría el partido al alargue. San Lorenzo fue incapaz de generar ocasiones claras y se enredó entre sus propios miedos por quedar fuera.

Ahí el físico jugó un rol clave y el partido extra que había jugado Auckland pasó la cuenta. El 'Ciclón' llegó más descansado y gracias al gol tempranero de Mauro Matos (95'), el cuadro de Bauza pudo manejar el resto del tiempo suplementario.

Triunfo 2-1, pero al debe en el rendimiento, algo que deberá trabajar San Lorenzo de cara a la final con Real Madrid, el sábado en Marrakech.