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Hernández

Mark 2.0

El emotivo abrazo de Mark González con el fisioterapeuta José Amador, “Cubita”, tras anotar el gol del triunfo ante Estados Unidos no fue casualidad. El milagrero cubano como le dicen en el bunker de Juan Pinto Durán ha contribuido en la recuperación de muchos jugadores, pero en el caso de Chico Mark el agradecimiento es total.

El zurdo debe el ser, por lejos, el seleccionado con mayor número de lesiones complicadas. Antes de fichar por Liverpool se cortó el ligamento cruzado de una de sus rodillas, después sufrió el corte del ligamento del tobillo derecho y más tarde una lesión de cadera que lo tuvo dos veces en el quirófano, más de un año parado y pensando seriamente en el retiro.

Como si fuera poco, tiempo más tarde sobrevino lo peor. Un golpe en el muslo jugando por el CSKA de Moscú le provocó una lesión tan inusual como peligrosa: un síndrome compartamental. Esta patología se manifiesta no sólo en un cuadro inflamatorio sino que provoca un derrame en la cavidad cerrada del musculo. Al comprimirse todo, el riesgo de padecer algo grave es altísimo. González pudo perder la pierna y hoy tiene una cicatriz de más de 30 centímetros en el muslo. En esa recuperación, Chico Mark siente que la ayuda de Cubita fue fundamental.

La actuación del extremo de Católica ante Estados Unidos está lleno de simbolismo. Fue el mejor de la cancha, anotó su tercer doblete en menos de un mes, le demostró a Sampaoli que puede ser un aporte en la Copa América, pero lo más importante –y esta es una muy buena noticia tanto para él como para la Roja– es que sigue siendo un jugador gravitante en la alta exigencia. No es lo mismo, con el respeto que merecen Antofagasta y Cobresal, marcar dos goles en el torneo local que hacerlo ante una selección mundialista. “Estoy de vuelta”, dijo tras el partido. Y vaya si tiene razón.

Contagiado por la pobre prestación de la UC en toda la era Falcioni muchos pensaron que González estaba quemando sus últimos cartuchos sin mayor brillo. Timorato, menos explosivo que en sus mejores temporadas y sin gol daba la impresión no tendría una recuperación tan vistosa como la que exhibe actualmente. Ojo, que Chico Mark y su gol a Suiza en el Mundial de Sudáfrica está en el inconsciente colectivo de todos los chilenos, pero recién tiene 30 años. Si hemos gastado tanto tiempo en analizar los pro y contras de eventuales nominaciones de Paredes (34), Suazo (33) y Canales (32), ¿por qué no imaginar al ex CSKA de vuelta en la Roja que jugará la Copa América?

Ante los gringos González fue un abrelatas por la banda izquierda, se asoció con calidad con Marco Medel y llegó al gol en dos ocasiones. Todo un hallazgo para Sampaoli que recuperó este miércoles una alternativa más que válida a Jean Beausejour e incluso Eugenio Mena. Que se entienda bien, no es que estemos descubriendo ahora que González es uno de los mejores cabeceadores del futbol chileno, un carrilero que marca diferencias en el mano a mano y un extremo izquierdo con gol. No, lo que sorprende es cómo logró ponerse a punto después de años de oscurantismo. Bienvenido Mark 2.0.