Sidney 2000
La nueva vida del medallista olímpico Rodrigo Núñez
El ex volante está retirado hace tres años y hoy es DT de la Sub 14 de Cobresal. En este diálogo, recuerda la hazaña en Australia y lo mejor de su carrera.
No fue el que tuvo más luces ni el que terminó jugando en el club de más renombre en Europa, pero Rodrigo Núñez fue uno de los elementos más importantes de la Selección Chilena que alcanzó la Medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.
Y lo hizo desde el comienzo del proceso, cuando la "Rojita" logró una clasificación milagrosa al cuadrangular final disputado en Londrina, luego de que Brasil goleara 9-0 a Colombia (sólo una victoria del local por siete goles de diferencia clasificaba a Chile).
"Estábamos todos resignados a venirnos, estaban las maletas guardadas y sólo esperábamos que pasara el día. Habían muchos jugadores durmiendo, todos descansando y sólo uno que otro escuchaba el partido (Brasil-Colombia)... Cuando termina el primer tiempo 4-0, empezamos a golpear las habitaciones y a levantarnos. Nos juntamos todos a escuchar lo que quedaba y cuando terminó fue una alegría tremenda. Nos tiramos todos a la piscina. Fue un descontrol, se vivió tan tremendamente que nos vino un segundo aire, empezamos el cuadrangular y anduvimos muy bien", recuerda Núñez.
Ya en la fase final, el último partido se transformó en la primera victoria oficial de Chile sobre Argentina por cualquier categoría.Un triunfo épico del que hace una semana se cumplieron 15 años. "Fue un partido bastante emocionante, Argentina tenía un equipazo con (Juan Román) Riquelme, (Javier) Saviola y (Esteban) Cambiasso. Entramos con una alineación para tener el balón y "Tito" Tapia solo arriba. Hicimos un gran partido", sentencia.
¿Cómo recuerda la Medalla de Bronce en Sidney?
-Es una experiencia inolvidable. Pocas veces se va a dar que Chile esté afuera y sea local. Siempre estaba lleno de gente en el hotel y en los entrenamientos. Hubo mucho cariño y mucha confianza, el equipo rendía a cabalidad y jugaba relajado. Jugar con 20 mil personas en otro país no tiene nombre.
¿Cómo fue el trabajo de Nelson Acosta en esa selección?
-Bastante bueno. Él es un gran motivador, nos aleonó hasta el final de lograr los objetivos y estuvimos ahí. Podríamos haber ganado el oro, pero son cosas del destino. Ya habíamos jugado con España, que jugó la final, y les habíamos dado un baile. Igual nos vinimos contentos con el tercer lugar.
Me imagino que el aporte de los mayores (Tapia, Reyes y Zamorano) fue fundamental...
-Sí, ellos más que grandes jugadores son grandes personas y nos dieron mucho apoyo. Fueron escogidos con pinzas y calaron precisos en el grupo y en el equipo.
¿Recuerda alguna anécdota de tanto tiempo concentrado en Australia?
-Para el partido por el tercer lugar, como Sidney estaba repleto, no había ningún hotel y tuvimos que dormir en un crucero. Fue complicado, porque se movía bastante durante la noche. Dormimos muy poco (risas).
El título con Wanderers en 2001 es otro de los lindos recuerdos que le deja el fútbol...
-Era un equipazo, todos jugaban muy bien al balón. Era aguerrido, como le gusta al hincha wanderino, y no se desesperaba. Habían muchos jugadores importantes. Fue algo muy lindo.
¿Qué recuerdos le deja el trabajo con Jorge Garcés, DT de ese Wanderers campeón?
-Un profesor bastante correcto, hacía su trabajo de buena forma. Siempre trataba de llevar la elegancia y la prestancia dentro y fuera de la cancha. Que fuéramos buenos jugadores y buenas personas.
¿Cree que Garcés mereció haber dirigido a uno de los tres grandes?
-Yo creo, él igual tuvo méritos y condiciones para haber dirigido un equipo grande. A lo mejor no se le dieron las opciones. Muchas veces pasa en el fútbol que a alguien que tiene pergaminos, no se le abren las puertas.
¿Y usted por qué nunca jugó en uno de los tres grandes?
-Yo tuve muchas posibilidades de firmar en los tres grandes, pero no se logró. Siempre he creído que si no la aprovechas en su momento, a lo mejor la opción no vuelve nunca más. Y a mí nunca más me volvió...
DE VUELTA EN COBRESAL
Rodrigo Núñez terminó el año pasado el curso de director técnico en el INAF. Hizo la práctica en Cobresal, club donde se formó como jugador, y hace sólo algunos días regresó para hacerse cargo de la Sub 14. El desafío lo tiene motivado.
"Siempre quise venir a Cobresal para devolver la mano de todo lo que me entregó el club. Quiero retribuir formando niños y llevándolos al primer equipo", comenta.
¿La idea es seguir sólo en el fútbol formativo o llegar a dirigir al primer equipo también?
-Quiero ir quemando etapas, de a poco. Empezar en el fútbol formativo y de ahí para adelante, dependiendo del trabajo, ir escalando.