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Aunque Tito Tapia le dio toda la confianza desde el primer día que pisó el Estadio Monumental y relegó al banco a Emiliano Veccio como expresión de ese espaldarazo, hasta antes del partido frente a Atlético Mineiro, Humberto Suazo estaba lejos de su mejor versión. Chupete fue el elegido para mover los hilos en el mediocampo albo en lugar de destinarlo a una función neta de área.

El rol encomendado no era nuevo para el ex 9 de la Roja, más bien era la continuidad de lo que venía cumpliendo en Monterrey donde echado atrás conducía al equipo aprovechando sus grandes dotes técnicas. Alejado del área, obviamente su producción goleadora disminuía: en su última campaña en pastos mexicanos anotó apenas dos goles.

En las primeras fechas del torneo, Tapia le pidió a Chupete ser la aduana del equipo y establecer una sociedad con Jaime Valdés que alimentara a Paredes y los puntas. Más allá de su exquisita definición ante Barnechea –donde demostró que puede desdoblarse y jugar como piloto de ataque si las circunstancias lo requieren– el balance inicial no era óptimo.

Eso hasta que llegó el partido ante Atlético Mineiro. Ahí Suazo no sólo mostró su vigencia y pegó un salto de calidad enorme respecto de lo que venía rindiendo en el torneo local sino que mandó una señal. Está para echarse el equipo al hombro en la alta competencia.

Frente a los brasileños hubo grandes actuaciones. Villar jugó con la solvencia habitual, Vilches estuvo impecable, Fierro exhibió un despliegue notable y Valdés puso el equilibrio, pero Suazo fue el mejor. Los goles fueron de Flores y Paredes, el fútbol corrió por cuenta de Chupete.

Queda claro que el sanantonino necesitaba un estímulo grande, un estadio lleno, un rival como Mineiro, cuya tasación supera los 50 millones de dólares. En México, Suazo jugó y fue figura en muchos clásicos, partidos decisivos y torneos internacionales. De seguro, la Copa Libertadores le dio la adrenalina necesaria para rendir a alto nivel.

Lo que cabe ahora es que Chupete no sólo se prenda en la copa, Colo Colo necesita su lucidez, pases con ventaja y, por qué no, goles para seguir a la caza de los punteros en el torneo local. No hablaría bien de Suazo romperla en la Libertadores y jugar con menos entrega y convicción en el plano interno.

Con todo, los hinchas del Popular pueden estar tranquilos. El equipo tiene en Villar, Barroso, Cáceres, Fierro, Valdes, Suazo y Paredes, una estructura de solidez y experiencia que le permite encarar con seriedad y optimismo el dificilísimo grupo 1 de la copa. La manera en que cerró el partido ante Mineiro revela que estamos en presencia de un cuadro con oficio, con jugadores de mil batallas capaces de pararse mano a mano con cualquiera. Esto es fútbol y nada garantiza que el equipo de Tapia llegará lejos en la Libertadores, pero sí tengo la certeza de que será muy competitivo.

¿Clasificará Colo Colo a octavos de final? Tiene con qué, pero necesita ganar sus tres partidos en casa y sumar afuera porque con nueve puntos no alcanza. Chupete será clave. Chupete te quiero ver.