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Guarello

Universo paralelo

Actualizado a

Se me ocurrió esta historia fantasiosa e imposible:

En un futuro no muy lejano, luego de malas actuaciones de la selección argentina que concluyeron con escándalos disciplinarios, la AFA decide contratar a Manuel Pellegrini para que se haga cargo del equipo. El DT se la jugó al armar un equipo de trabajo sólo con chilenos, lo que provoca críticas iniciales, pero los buenos resultados de inmediato tapan cualquier disidencia. La labor de Pellegrini es celebrada de manera unánime por su seriedad y al poco tiempo se granjea el amor de la exigente hinchada argentina, al nivel que lo apodan cariñosamente como “Mañungo”.

Sin embargo todo termina de manera violenta. Pellegrini se involucra en la elección de la AFA, a la vez que provoca una gran polémica al dejar con la mano estirada en la Casa Rosada a la presidente Cristina Fernández de Kirchner. Esto último le genera simpatía de la derecha encabezada por Mauricio Macri, pero también ácidas críticas de la izquierda. Al ganar la oposición el mando de la Asociación de Fútbol Argentino, y sumadas a la presiones políticas, hizo la situación insostenible para Pellegrini y debió renunciar. La fanaticada, agradecida, lo despidió en el Monumental luciendo camisetas negras con la leyenda “Gracias Mañungo”.

Lo de Pellegrini no fue estéril, provocando la moda de contratar entrenadores chilenos en Argentina. Buenos, malos, viejos, jóvenes, debutantes, desconocidos, consagrados, todos tuvieron espacio y con suerte dispar.

Además José Sulantay fue comisionado para hacerse cargo de las selecciones menores, nombrando a George Biehl como técnico de la Sub 20 y Francisco Bozán al mando de la Sub 17 argentina. Por ello el complejo de Ezeiza fue llamado “El búnker chileno”.

En la misma época, Manuel Astorga, ex PF de Pellegrini y residente en Buenos Aires, llegó a la Televisión Pública para comentar a la selección albiceleste con Marcelo Araujo. El Profe Manolo se había hecho muy popular entre la gente por haberle gritado a Tévez en el túnel de un partido eliminatorio: “Te quiero ver Apache y la concha de tu hermana”. Tévez, en ese partido, no tocó la pelota, pero la hinchada deliró con la pasión del PF chileno.

Los resultados no fueron buenos para los chilenos a nivel de juveniles. Biehl tuvo un rendimiento de menos del 30% y debió renunciar, asumiendo Sulantay la banca de la Sub 20. Pero las cosas no mejoraron, Argentina quedó eliminado en el Sudamericano de la categoría con apenas un triunfo sobre Venezuela y Sulantay no llegó al 40% de rendimiento.

Peor le fue a Bozán. Por primera vez en la historia los argentinos perdieron todos sus partidos en el Sudamericano Sub 17, incluyendo goleadas en contra ante Ecuador y Uruguay. Pese a esto ni Sulantay ni Bozán renunciaron, aferrándose al proceso, el trabajo a largo plazo, y, en el peor de los casos, con el argumento que tenían contrato vigente.

Mientras, en la Televisión Pública Argentina, un empoderado Manuel Astorga defendía con ardor y violencia en pantalla el trabajo de Sulantay y compañía. El momento culminante fue cuando Araujo criticó el planteamiento del partido donde la Sub 20 fue goleada por Uruguay, provocando la ira del PF chileno quien, en el entretiempo, lo insultó de arriba abajo. Después hizo gestiones exitosas entre los ejecutivos del canal para sacarlo de pantalla.

Todo esto ocurrió al mismo tiempo que un grupo de ex militares chilenos formaron un enclave en Alemania donde se violaban niños, asesinaban y enterraban alemanes opositores y fabricaban deliciosos kuchenes. También cuando Irlanda le dio la nacionalidad por gracia a un cura pedófilo chileno, famoso confesor y socialité de la aristocracia dublinesa.