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Guarello

Atenti

El 2005, luego de las medallas obtenidas en los Juegos Olímpicos y con el equipo disputando el grupo mundial de Copa Davis, un estudio internacional puso a Chile como uno de los tres países con más futuro en el tenis mundial. Con la base de Fernando González y Nicolás Massú, más el ejemplo reciente de Marcelo Ríos y los oros de Atenas, se señalaba que el ejemplo en la juventud chilena iba a ser tan potente, que apenas restaba sentarse a esperar la cosecha de estrellas. Diez años más tarde nos encontramos jugando la Segunda División Americana de la Davis contra Perú en el Estadio Palestino. Salimos de los Top 200. Nadie pudo imaginar esta caída.

Esto que ocurre en el tenis pude, también, ocurrir en el fútbol. No sólo por el fracaso estrepitoso reciente de las selecciones juveniles, hay que ver las últimas nóminas de Jorge Sampaoli para constatar que la renovación de jugadores competitivos es casi inexistente. La base de Canadá 2007 sigue intocable, pero no sólo eso, del medio local aparecen nombres como Jaime Valdés (34 años), Roberto Gutiérrez (a punto de cumplir los 32 años), Johnny Herrera (33 años), Paulo Garcés (30 años) o Mark González (30 años). Es decir, el campeonato chileno apenas le puede ofrecer a la selección hombres de dilatada trayectoria, algunos de los cuales hace mucho rato pasaron su mejor momento, pero aun así no hay quien les compita de las nuevas camadas ¿Hay algún carrilero por la izquierda que supere a Chico Mark? No sólo no hay, sino que no se ve un solo prospecto ¿Un volante mixto con el sentido del juego y la inteligencia del Pájaro Valdés? Tampoco, ni cerca. El Pájaro Gutiérrez perdió dos años de su carrera y está de vuelta, mientras, no apareció ninguno que le pueda hacer sombra.

Si vemos a los nominados de afuera hay que ir al rescate de David Pizarro (35 años) o el semi retirado Jorge Valdivia, quien lleva tres meses sin pisar una cancha oficialmente. Salvo Igor Lichnovsky, no hay un solo jugador que haya estado en el Mundial Sub 20 de Turquía. Y a Lichnovsky con suerte lo van a poner un par de minutos en el amistoso contra Irán. Es llamativo que, sin importar el nivel actual, Mauricio Isla, Carlos Carmona, Gonzalo Jara o Eugenio Mena son intocables en la Roja. Y no por capricho del técnico, simplemente no hay quien los apure.

La pregunta es de cajón ¿Qué va a pasar cuando la generación Canadá 2007 comience a bajar su rendimiento? ¿Cuántos de los jugadores de proyección chilenos están para el Arsenal, Inter de Milán, Barcelona o Juventus? No digo ahora, pienso en tres o cuatro años más. La verdad es que no se ve ninguno.

Por el momento Jorge Sampaoli tiene para armar un equipo. Tiene, pero no le sobra. La tarea brava la enfrentará quien lo suceda. Lo ocurrido con el tenis es una alerta importante. Espero que en diez años más esta columna haya sido desmentida por los hechos.