Al margen del resultado

El que gana con estos partidos donde no se juega bien, donde hay muchos cambios y donde existe un rival que se mete atrás, es el entrenador. Aquí, Jorge Sampaoli debería sacar muchas conclusiones para definir el plantel que jugará la Copa América.

El equipo titular de Chile que comenzó el partido fue, a todas luces, alternativo. El DT buscaba ver las opciones con que cuenta para completar un plantel que se ve corto desde afuera, opinión que Sampaoli tiene y que le ha permitido usar pocos jugadores en los encuentros desde el Mundial pasado.

Contra Irán se vio una defensa lenta y un mediocampo intrascendente durante el primer tiempo, con poca profundidad y lentitud en los desplazamientos. Las llegadas casi siempre se dieron por el lado izquierdo, con un Mark González muy activo, quien se juntó de buena manera con Matías Fernández y pudieron hilvanar alguna jugada. A pesar de que no se aprovechó mucho, las subidas de Erick Pulgar fueron interesantes para generar opciones de pases.

Los iraníes son un equipo rápido, muy profundo y que se agrupó muy atrás, especialmente en el segundo tiempo, luego de que marcaran el 2-0. Con los cambios que hizo Sampaoli se vio un Chile más activo con el balón, con más posesión, manejando el partido y buscando más llegadas por el sector derecho, donde ingresó Mauricio Isla.

Obvio que siempre es mejor ganar, pero este tipo de partidos son importantes para el análisis del entrenador y también de los jugadores. Sirve para buscar soluciones cuando un rival se defiende con el bus frente al arco, lo que, creo, nos puede pasar en la primera fase de Copa América.

El próximo partido será el domingo, contra Brasil, donde el trámite será completamente diferente. Los de Dunga buscarán tener mayor posesión de balón e ir al ataque con toques rápidos. Espero que podamos ver una mejor actuación del Chile. De seguro que así será, sobre todo por las ganas de sacarse la espina de cómo se dio el recordado partido de octavos de final de la Copa del Mundo, en junio pasado.

De todas maneras, me parece que a dos meses del inicio de Copa América y sin más amistosos oficiales en el horizonte, la Roja ya debería tener bastante armado el plantel.