clásico universitario
Lasarte vuelve a San Carlos 476 días después de un triste adiós
La última vez de 'Machete' en la precordillera fue en su último partido dirigiendo a la UC, donde quedó eliminado de la liguilla ante Iquique.
Exactos 476 días se cumplirán este domingo desde la última vez que Martín Lasarte pisó San Carlos de Apoquindo. Fue el 16 de diciembre de 2013, en el adiós de 'Machete' de la UC. La despedida tuvo un triste desenlace.
El ex técnico de la Real Sociedad había anunciado que se iba del cuadro franjeado apenas se acabara la liguilla. Luego de perder el título a manos de O'Higgins, su intención, eso sí, era irse dejando a los universitarios clasificados a la Copa Libertadores.
Ese día, los cruzados llegaban a la revancha de la semifinal ante Iquique con la necesidad de ganar para evitar los penales. En la ida habían igualado 2-2. Después de un buen primer tiempo, el objetivo estaba cerca con la ventaja mínima.
Sin embargo, los Dragones Celestes querían otra cosa y a 12 minutos del final lograron el empate. En la definición desde los 12 pasos, los de la precordillera estuvieron poco finos: Álvaro Ramos, Michael Ríos y Enzo Roco, por ese entonces de apellido Andía, fallaron sus tiros.
La Católica quedaba así eliminada de la liguilla que entregaba pasajes a torneos internacionales. Peor, Lasarte se despedía de San Carlos sin cumplir los objetivos deportivos, a pesar de un excelente rendimiento mientras él estuvo en la banca.
Los hinchas le reprocharon la caída y aunque nunca tuvo inconvenientes con los parciales, estos quedaron con un sabor amargo: siempre jugaron bien, pelearon títulos nacionales y de Copa Sudamericana, tuvieron presentaciones impecables con el DT uruguayo en la banca, pero se quedaron los manos vacías.
'Machete' cerraba así un año y medio en la precordillera. Triste, cabizbajo y sin logros deportivos. Y aunque el estratega ya enfrentó a sus expupilos en el torneo del semestre pasado, esta será su primera vez en un estadio en el que tuvo una despedida poco feliz hace 15 meses.
Será otra la ruta al estadio. Será otro el camarín que utilizará y ahora los fanáticos de su equipo serán minoría en el fuerte cruzado.