ÑUBLENSE 1 - WANDERERS 1
Wanderers hunde a Ñublense en zona de descenso
Los porteños rescataron un empate bajo la lluvia en Chillán, que deja a los 'diablos rojos' en el penúltimo lugar de la tabla acumulada y casi sentenciados.
Con épica, con emoción, en un Nelsón Oyarzún lleno. Bajo una lluvia intensa, después de un apagón incluido no pudo Ñublense. El cuadro sureño falló en casa ante Santiago Wanderers, sumó sólo un empate que no sirve de mucho y terminó resignado: hasta la próxima semana dormirá en zona de descenso.
Fue un partido intenso desde el primer minuto. El triunfo de Cobreloa había convertido un duelo importante, en una final. Y así la jugó el equipo de Fernando Díaz en el primer tiempo. Peleando cada pelota, teniendo en Mathías Riquero el equilibro ideal, y arriba a una dupla como la de Sebastián Varas y Juan Gonzalo Lorca que complicaba siempre.
Wanderers pese a los antecedentes no le hacía la tarea fácil en defensa, jugando siempre como si el empate fuese un buen resultado. La pelota detenida se convirtió así en la mejor forma de hacer daño para los locales. Lo intentó primero Riquero y Luna alcanzó a sacar la pelota casi en la línea.
Hubo que esperar media hora para que la insistencia fuese premio. Sebastián Varas, suplente la semana pasada ante Cobresal, demostró que es imprecindible en este equipo. Incansable, encontró el gol tras una serie de rebotes que le dejaron la pelota en el área chica, media vuelta y la pelota adentro del arco.
Con el correr de los minutos la lluvia también fue cambiando los planes en Chillán. Transformó la cancha en un barrial, imposible de dominar: pases imprecisos, pozas, jugadores cayéndose, un buen partido transformado en un show circense, en una pista de hielo.
Ñublense, que era el que intentaba juntarse más, fue el que lo pagó tras el descanso. Ya la pelota no corría y era imposible dar más de tres pases seguidos. Había que levantar la pelota. Wanderers, lo entendió primero, y en su primera clara marcó. Centro al área y Gastón Cellerino anotó el empate.
Fue un golpe duro para el cuadro local, porque no merecía empatar, ni le servia. Entonces le pesó la presión. Tuvo opciones para volver a ganarlo en los pies de Varas pero Mauricio Viana no falló. Sin mucha claridad en los últimos metros, apeló entonces a meter la pelota el área, pero ante Luna y Prieto, era difícil ganar y no lo hizo. La suerte tampoco estuvo de su lado y en la última del partido un palo sigue retumbando en todo el estadio, antes de dejarlo otra vez a oscuras.