BAYERN 6 - PORTO 1
Bayern humilla al Porto y asusta a todos de cara a las semis
El cuadro de Pep Guardiola dio vuelta el 3-1 de la ida, con una exhibición brutal en el primer tiempo. Un 6-1 que los coloca entre los cuatro mejores.
El Porto llegó a Alemania soñando con sellar el gran golpe de la Champions League. El 3-1 de la ida era su gran aliado, pero ésta vez se encontró con un Bayern Münich menos humilde. En medio tiempo el equipo de Pep Guardiola dio vuelta la serie y no se contuvo con sólo sellar la clasificación: Humillación por 6-1 y asustando a todos de cara a las semifinales.
Al cuadro alemán nunca le pesó la desventaja. Ni siquiera fue un obstáculo al comienzo, cuando el equipo de Lopetegui expuso sus argumentos: aguantar, aguanta y aguantar. El plan era de anotar un gol en la primera parte y sentenciar en la segunda, pero la rápida apertura de la cuenta de Thiago Alcántara adelantó las cosas. Trazó el nuevo camino.
De ahí en más, fue una exhibición, una jugada perfecta tras otra de los locales. Jerome Boateng aumentó a los 15 minutos de juego y después, Robert Lewandoswki concretó también de cabeza un obra de arte, que contó con 26 toques y la participación de casi todo el equipo. Ese es el Bayern.
El Porto ya estaba en suelo. La media hora inicial era suficiente para entender que no había vuelta atrás. Que la gran ocasión de hacer historia se había esfumado. El desacierto del arquero Fabiano en el cuarto gol tras un disparo de Thomas Müller fue simplemente la lápida anticipada, tal como haber jugado con laterales improvisados por la ausencia de Danilo y Alex Sandro.
El segundo de Lewandoswki antes del descanso fue quizás un castigo demasiado excesivo para un equipo que había hecho ver mal a los germanos en casa. El partido, la serie y el resultado se había definido en sólo un tiempo. Pero aún faltaba jugar el segundo y la pequeña redención de la visita. Jackson Martínez en el primer tiro al arco descontó de cabeza ante Neuer para maquillar el resultado, pero Xabi Alonso marcó el 6-1 para remarcar las distancias.
El Bayern se puso a la altura de la circunstancias. Del Guardiola enfurecido que había rodeado la semana previa, nada. En el Allianz Arena, el cuadro alemán recuperó su altura, su estampa y demostró también que es capaz de reamarse tras una caída como el de O Dragao. Quizás ese sea el mensaje más potente para lo que viene. A este Bayern no hay que matarlo una vez, sino dos veces.