La ruta bota a los favoritos y Meeke se alza como líder

Muchos creían que el buen nivel mostrado por Kris Meeke en el shokdowne del miércoles y el jueves en la superespecial de San Luis, se acabaría este viernes con el inicio de la competencia en Córdoba. Hasta ahora el británico se había destacado por su buen nivel manejo, pero también por su capacidad para cometer errores. Sin embargo, esta vez los que fallaron fueron los otros.

Partiendo por el líder y gran favorito de la prueba, Sebastián Ogier, que pagó caro el abrir ruta en el infernal tramo entre Agua de Oro y Asconchinga y terminó quedando fuera de la pelea del rally. Sin embargo, estuvo lejos de ser el único. Su compañero de equipo Andreas Mikkelsen, Ott Tanak y Hayden Paddon tampoco pudieron completar un tramo, que había sido catalogado en la antesala como el más difícil por los propios pilotos. No se equivocaron.

De esta forma, la carrera se le abrió al piloto de Citröen, que también vio como Thierry Neuville se hundía por una pinchadura en su neumático y el gran contricante de la jornada Jari Matti-Latvala, cedía su el segundo lugar de la prueba tras sufrir la rotura de la caja de cambios al noruego Matt Osteberg.

Al final de la jornada, el balance era arrollador para el piloto irlándes que ganó tres de los cinco especiales disputados en los caminos de la Sierra Chica y el Valle de Punilla y se escapó más de un minuto por delante de Osteberg, Latvala y a casi de dos de Dani Sordo y Elfyn Evans, los cuatro únicos contrincantes que parecen estar a tiro de pelearle el triunfo o aprovechar una caída. Córdoba demostró en su primer día, que no hay intocables.

La acción se reaunudurá temprano el sábado con un total 130 kilómetros, divididos en los tramos de Capilla del Monte-San Marcos y San Marcos-Characato en dos oportunidades cada uno, los cuales contarán con las mismos riesgos del viernes: piedra afilada, barrado y mucho peligro.