Cobresal cinematográfico
Durante la semana publicamos una columna de ficción donde elucubrábamos cómo sería una producción hollywodense sobre Cobresal. Si toda la previa ya era mágica, con elementos suficientes para llevar la historia al celuloide, el desenlace no tiene adjetivo posible.
Al término del primer tiempo, perdían ante el colista y Universidad Católica goleaba a Iquique. Todo se iba a las pailas. Pero, como el leitmotiv de este equipo es el sufrimiento, lo dieron vuelta, con angustia, al mismo tiempo que en San Carlos de Apoquindo se daba lo que muchos anticipaban: que Don Nelson les daría una manito.
Hubo otros ingredientes. El penal perdido por Darío Botinelli, que habría estirado el suspenso hasta la última jornada; la mágica aparición en el partido clave de Ever Cantero (autor de un gol y asistente del segundo), un tipo que hace unos años fue desechado en la UC; el mejor partido del semestre de Barnechea, quizás inspirados porque los mineros les negaron el ascenso en una liguilla hace un tiempo no tan lejano; nuevamente un penal a favor para los de El Salvador después de haber perdido los dos últimos que patearon, y un largo etcétera que quedará registrado en esta linda historia.
Cobresal es campeón por primera vez en su historia. Y no lo hizo con el equipo de Acuña, Gilberto Reyes, Huerta, Lechuga Araya, Bigorra, Luis Valenzuela, Pedreros, Lobos, Salgado, Pedetti y Cambría, el inolvidable de la gran mayoría, que finalizó invicto en la Copa Libertadores de 1984 donde compartió grupo con el poderoso América de Cali.
Tampoco lo consiguió la mágica delantera de Sergio Salgado, Iván Zamorano y Rubén Martínez. Ni menos el cuadro que dirigió Gustavo Huerta en el Apertura 2005, que le ganó la semifinal de ida a la U y estuvo a tres minutos de lograr boletos para la final en el partido de vuelta, en el Estadio Nacional.
Lo hizo este, el de Dalcio Víctor Giovagnoli, un rosarino que no comulga con Bielsa. Y que contó con el Loco Peric, el Tanque Donoso, Johan Fuentes, Rodrigo Ureña, Carlos Escobar, Miguel Escalona, Paco Sánchez, Maluco Sarabia, Cantero, Miño y todos los demás. Son inmortales. Son el mejor Cobresal de la historia.
Dato extra. Cobresal fue campeón el mismo día que Cobreloa, el primo platudo y con mejor pinta, que siempre lució más que él, sufre al quedar casi condenado en la zona de descenso. La historia no es eterna y a veces se invierte. Como para agregarle otro ingrediente a este peliculón.