Guarello
La tentación totalitaria
El Tribunal de Disciplina archivó la acusación y dejó sin castigo al entrenador de Universidad Católica Mario Salas. A simple vista, primó la lógica y el mínimo de sensatez, y decencia si cabe, para absolver al acusado quien había hecho declaraciones normales a la salida de un par de partidos. Salas, ya está visto, discutido y analizado, no dijo nada muy duro, apenas se limitó a señalar su desconocimiento sobre el calendario del torneo oficial (algo totalmente cierto en ese momento) y días más tarde se quejó sobre el lamentable estado del césped en el Tierra de Campeones de Iquique (¿alguna duda?). Para lo último adornó el concepto con la imagen de los dirigentes de la ANFP aún bañados en las chayas tras ganar la Copa América y sin prestarle la debida atención al campeonato de casa.
Pero la ANFP salió ganando en esta pasada. Claro, Salas se fue limpio, pero el aviso quedó con letras de neón: nadie puede criticar a los dirigentes de la ANFP, bajo ninguna circunstancia, aunque tengan razón, aunque sean educados, aunque sus argumentos sean expuestos con lógica y rigor.
Y tan así es, que Mario Salas, ya antes de ir al tribunal, había atenuado sus críticas señalando que eran con “afán constructivo”. Es decir, el llamado “Comandante”, igual salió con un abollón en su ímpetu y orgullo. Porque, en la lógica del fútbol profesional chileno, los argumentos no se explican por si solos, aunque sean explícitos y unívocos, hay que darles un sentido posterior, positivo sin dudas, para que en Quilín, pobres señores de cutis sensible, no se sientan ofendidos.
Está claro como el manantial más puro de algún relato de Borges: luego de ganar la Copa América, en la ANFP se sienten con derecho a todo, se sienten dueños de todo, incluso de la libertad de expresión, incluso de las más banales e inocuas frases. Y echando mano del multiuso Artículo 68 letra a, se van como hienas a la carroña contra cualquiera que desafine un poco.
Pobres semidioses de greda blanda, pobres reyezuelos de obra escolar con bastón de coligüe y corona de cartón, pobres dictadores de esquina y conventillo ¿Sabrán que van a fracasar? ¿Sabrán que no quedan como los malos sino como los tontos de la aldea? Me gustaría saber cuál será la próxima mise en scene de la ANFP. Nos vamos a divertir.
PD: Mario Salas, si usted admira tanto a Ernesto Guevara, sepa que el Ché tiraba balas de verdad, no fogueos. No tiene nada que explicar, lo que dijo lo debió reafirmar, la razón le asistía ¿y la convicción?