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Crack de los años 90

La vida en el campo paraguayo del ex goleador Hugo Brizuela

Reside en Pilar, su pueblo natal, a 460 kilómetros de Asunción, y desde allí recuerda su gran paso por varios equipos nacionales. "Chile me dio todo", dice.

Brizuela sigue jugando con sus amigos en el sector del Chaco paraguayo.

La década de los años 90, en la liga chilena, estuvo signada por la presencia de importantes figuras del fútbol sudamericano. Marcelo Espina, Claudio Borghi, Marco Antonio Etcheverry, Leonardo Rodríguez, Rogelio Delgado, Néstor Gorosito, Sergio Fabián Vásquez y Alberto 'Beto' Acosta, entre otros, engalanaron con su presencia las canchas nacionales.

Hugo Brizuela, recordado goleador paraguayo que pasó por O'Higgins, Audax, Unión Española y Universidad Católica, además de enfrentar a Chile en varias oportunidades por la selección guaraní, se puso a la par de todos esos cracks. A pesar de que el ex delantero llegó anónimamente al cuadro rancagüino, en 1992, lejos de la rimbombancia de los astros de entonces.

"Tengo muy buenos recuerdos del paso por Chile. Lo pasé muy bien y aparte mi primera salida de Paraguay fue para Chile, a O’Higgins. Siempre mi residencia fue Chile. También estuve en Argentina y México. Tengo hijos chilenos y tengo dos hermanos que están viviendo ahí. No tengo ni una queja del país. Lo pasé muy bien allá. Hay muchos amigos también en Chile. Del país solo puedo decir lo mejor. Chile me dio todo y lo agradezco", sostiene el paraguayo, de 46 años, a AS Chile.

Tan bien se sentía Brizuela en tierra nacional, que en algún momento fijó su residencia en Rancagua, junto a su ex esposa y sus hijos Darío Hugo y Florencia Alejandra. Sin embargo, "después como que me empezó deprimir Chile, mucho gris. El invierno muy frío y aparte me lesioné de la rodilla. Cuando hacía mucho frío, me jodía mucho la rodilla. Entonces, preferí mi país, mi tierra, porque acá siempre tenemos solcito".

"Me picó el bichito por venirme a mi pueblo (Pilar, a 460 kilómetros al sur de la capital Asunción). Acá hay mucha tranquilidad y me devolví a mi tierra. Vine a mi ciudad, con mis amigos. Salí en 1988 desde acá y casi 20 años estuve afuera. Uno extraña su tierra, a su gente, todo. Cuando uno sale y pasa mucho tiempo, uno echa de menos. Un día me vine de vacaciones para acá y regresé a Chile. Después volví y me quedé", confiesa el ex goleador desde la zona del Chaco paraguayo, a donde retornó en 2007.

"Acá están mis amigos. Voy a pescar. Tenemos los ríos Paraná y Paraguay. Se pesca el dorado, el surubí. Son pecados de río y son buenísimos. Vamos a pescar dos o tres días. Regresamos, cocinamos. Me gustó la tranquilidad que hay acá. Se escuchan los pajaritos. Hay gente que tiene su gallinero y hay mucho verde. Por eso, me gusto todo esto", agrega.

En todo caso, la vida bucólica ocupa solo una parte de la existencia del ex atacante en el sur de Paraguay. "Sigo metido en el fútbol. Estuve como gerente deportivo de un club. En Chile, también tengo mis cosas. Ahora, hace dos semanas, empecé a entrenar y debuté unos días atrás, en la liga de acá. Es uno de los torneos que hay en cada ciudad y es reconocido por la federación paraguaya", dice.

"La pega mía es recomendar y llevar jugadores de todas partes. Nuestros jugadores son buenos y baratos. El paraguayo es metedor, aguerrido, es rendidor", añade.

Finalmente, Brizuela manifiesta a AS Chile que "voy bastante al campo, donde tengo mis cositas. Veo mucho fútbol y juego harto con los 'viejos'. Viajamos a Argentina, a la parte del Chaco, a Resistencia (ciudad argentina). Nosotros los visitamos y ellos vienen también. Es un equipo de jugadores de 35 años para arriba. A veces voy a ver partidos a Asunción, de Eliminatorias o Copa Libertadores. El fútbol es lo que más apasiona".