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Gracias por todo, amigos chilenos

Actualizado a

Estos días hace un año que empezaron las actividades de AS Chile, y no podríamos sentirnos más felices: las metas de audiencia que nos habíamos propuesto en el primer año las alcanzamos ya en los primeros seis meses. Nos podemos sentir felices y seguros, tras haber consolidado el primer proyecto deportivo íntegramente digital que se ha desarrollado en Chile.

Por eso quiero ante todo mandar mi agradecimiento aquí a Leopoldo Iturra, director de la edición, a todo su equipo y a nuestros socios de ADN Radio. Y a todos ustedes, aficionados chilenos al deporte, que han apreciado el esfuerzo.

Para nosotros, la salida en Chile era el primer paso en un proyecto de expansión digital que encontramos clave en nuestro futuro. En Europa (pasa menos en Latinoamérica, aunque temo que allí también ocurrirá) la venta de los periódicos de papel disminuye a un ritmo incesante. Cada vez se compra menos, cada vez se nos busca más en Internet y menos en los quioscos. Eso nos obligaba a una nueva estrategia. Como ya se sabe, cada crisis es también una oportunidad. Si estaba en crisis el papel, cuyo reparto crea limitaciones geográficas insalvables, a cambio podíamos buscar nuevos públicos más allá del alcance de nuestras furgonetas.
Para eso partíamos con unas ventajas formidables: el deporte, que es universal, el fenomenal momento histórico del Madrid y el Barça, que han llegado a cautivar la atención de todo el mundo, un idioma que hablan cientos de millones de personas y una red de posibles socios para la aventura, las radios latinoamericanas asociadas a la Cadena SER, a su vez emparentada con AS a través del grupo PRISA.

En principio emprendimos una estrategia tímida: AS América, que ofrecía las grandes noticias del deporte español (y europeo), poniendo énfasis en el papel de los grandes deportistas latinoamericanos de que disfrutamos aquí, particularmente en la Champions. Eso aumentó nuestra audiencia en Latinoamérica, y nos animó a dar un paso más.

Ese paso más fue crear ediciones propias en distintos países, compartiendo la información europea (siempre con ese énfasis en los héroes latinoamericanos) con la propia de cada país.
Empezamos por Chile. ¿Por qué, me preguntaron? Por las condiciones de ese país, por la sensación de que era el mejor de los lugares para empezar. Porque iba a haber una Copa América en la que nuestro pronóstico era que ‘llegaría lejos’. Por un recuerdo quizá subconsciente del primer Mundial del que tuve conocimiento directo, el de Chile en 1962. Por el recuerdo de Elías Figueroa, por el trato con Carlos Caszely, que pasó por España como embajador deportivo tras haber sido ídolo aquí, por el buen trato que siempre nos dispensó Francisco Marambio, el embajador…

El caso es que fue una experiencia afortunada. Una iniciativa periodística alimentada por éxitos singulares, que han alimentado un éxito continuado. Hablo de las entrevistas con Alexis y Pellegrini, la noticia de que Nike sería sponsor de la selección chilena, la renuncia de Tapia en Colo-Colo, la lesión de Aránguiz en Alemania, el fichaje de Suazo por Colo-Colo, el regreso de David Pizarro a la Selección Chilena, el fichaje de Patricio Rubio por Universidad de Chile… Una serie de exclusivas que han permitido que AS Chile fuera primero conocida, luego consultada y siempre respetada por el aficionado al fútbol chileno.

El éxito nos animó. Después de Chile, abrimos AS Colombia y, más recientemente, AS México. La dinámica siempre es la misma, la mezcla de la información de España y Europa con la del país correspondiente. La respuesta en audiencia permite también una publicidad propia. Nuestra difusión en papel en España sigue adelgazando, como la de todos los periódicos europeos, pero el camino que emprendimos hace un año en Chile se ha mostrado acertado. AS sabe desde ya que sí, que cada crisis contiene una oportunidad, y que esa oportunidad se nos abrió a nosotros primero en Chile, y de ahí en adelante por todo el continente.

Y además, tuvimos suerte: ¡Chile ganó la Copa América!