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Jerarquía y viveza

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Si hubiese sido boxeo, la U ganaba el Superclásico por puntos y con una amplia ventaja. Pero Colo Colo pegó dos combos bien puestos, de esos que duelen, salió de entre las cuerdas y dilató la cuenta de protección. Al mismo tiempo, dejó tambaleando al adversario con un contragolpe fulminante.

El del sábado al mediodía fue el mejor Superclásico de los últimos años en el Monumental. La U hizo el gasto y Colo Colo cobró. Así de sencillo. ¿Por qué? No hay una respuesta científica. Hablemos de jerarquía y viveza.

¿Por qué jerarquía?

Porque cuentan con un portero de categoría, de esos que ganan partidos y campeonatos. Ojo, que la U también tiene uno de los mismos. Pero a Justo Villar no se le puede patear un penal colocado a media altura y no tan esquinado. Menos en una jornada donde lo ha atajado todo. Es servírsela en bandeja para el lucimiento. Así como los porteros estudian a los pateadores, imagino que los que lanzan estudian a los porteros. ¿O es tonto lo que estoy diciendo?

Porque tienen a Esteban Paredes, un goleador de raza, que puede no aparecer en todo el partido y tocar solo una pelota para mandarla dentro.

¿Por qué viveza?

Porque cuando tenían todo en contra en el partido, aprovecharon un tiro libre cerca del área para clavar a una U que estaba embalada. Emiliano Vecchio, tantas veces resistido, pegó un tiro libre perfecto, ese que es centro y tiro al arco al mismo tiempo, y que le complica la vida a todos los porteros. Y Jean Beausejour picó un segundo antes que Pepe Rojas para ganarle el quien vive, algo que no aprendió ni en Inglaterra, Suiza ni Brasil , si no que en las canchas de tierra de Las Rejas Sur y que seguramente se lo enseñó su tío Carlitos Coliqueo.

Porque pese a que la U jugó el mejor partido del año y Martín Lasarte le acertó con una planificación perfecta, los albos pudieron sacar la tarea adelante. Cuando la U dominó, los albos nunca dejaron de ser locales y no sólo por el aliento del público. Supieron jugarlo de chico a grande desde el momento que advirtieron cómo se venía la mano y lo resolvieron con éxito. De hecho, todos los colocolinos lo reconocieron al final del partido. Todos salvo Julio Barroso, quien no se sale de su lógica tan peculiar y dijo que la U no propuso nada. Seguramente si el Almirante hubiese jugado contra el Santos de Pelé o el Sao Paulo de Telé Santana habría dicho que eran "ratones".

La paternidad en el Monumental se mantiene. Nadie puede decir que la U tuvo miedo de ir a Macul. Y quizás por eso los hinchas azules se sienten impotentes. Johnny Herrera decía que podrían haber estado todo el día atacando y no iban a anotar un gol. Quizás si Johnny pateaba el penal, tal vez si hubiese estado Gustavo Canales... ¿Cómo saberlo?