La profecía autocumplida de Johnny Herrera
El arquero de Universidad de Chile, Johnny Herrera, finalizado el partido con Iquique, se quejó amargamente por el arbitraje de Enrique Osses. Específicamente el portero señaló que la goleada en Valparaíso pasó por el mal desempeño del juez...
Frente a una derrota o un triunfo deportivo, un jugador tiene dos posibilidades de analizar esa situación. Una de ellas considerada desde punto de vista interno, vale decir, señalando cuáles fueron las características personales, grupales y técnicas que posibilitaron ganar o perder. Generalmente a este tipo de análisis se incorporan elementos relacionados con los aspectos físico, técnico, social, psicológico, etc. Es decir, temas que puede controlar el propio deportista.
Una segunda opción que tiene el deportista para analizar su actuación deportiva es centrar las razones en aspectos externos relacionados con la competición, como pueden ser, por ejemplo, la cancha, el clima, o -como en este caso- el arbitraje. En esto último hablamos de ATRIBUCIÓN CAUSAL EXTERNA, cuando así ocurre…
¿Cuál es el problema? Que en general si uno observa las distintas declaraciones de los deportistas post derrota, se encontrará con un alto porcentaje de argumentos externos para justificar la derrota. Centrarse en “elementos externos” puede ser más fácil, además, desvía la atención sobre las razones reales (que siempre es más difícil de lograr), anulando lo que el deportista debiera seguir perfeccionando individualmente. Por lo tanto, no existe el grado de autocrítica necesario para mejorar.
Siguiendo con lo ocurrido con el portero azul el sábado frente a Iquique, se constata que hubo otros “agentes participantes”, como por ejemplo, Martín Lasarte. El técnico fue un poco más cautos y señaló que el juez no fue responsable directo de la derrota, pero sí hay vergüenza por el mal desempeño.
Indudablemente en este caso la declaración conlleva una ATRIBUCIÓN CAUSAL INTERNA, ya que, lo que en definitiva señala el entrenador es la escasa capacidad colectiva para no ser afectado por un factor externo tan habitual como el arbitraje. Por lo tanto, ahí, más que lograr que el “arbitraje sea más justo”, lo que debe trabajarse de manera decisiva es que los deportistas vayan desarrollando habilidades para sobreponerse al estrés, a la presión y a las distintas situaciones con las que tienen que ir lidiando durante la competencia, incluido el arbitraje y otras situaciones más.
Desde la psicología del deporte, estudios importantes en torno a este tema señalan que los deportistas que llegan más lejos, los más exitosos, son aquellos que en todo momento tienen una atribución causal interna por sobre la externa y presentan la capacidad de no ser afectado por elementos externos.
Lo complejo, además de todo esto, es que puede generarse otro fenónemo muy estudiado en psicología y deporte: la profecía autocumplida. Tanto pienso que va a ocurrir algo, que al final si ocurre pienso tanto que Osses me perjudica que al final me predispongo a que así ocurra…