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U. de Chile | Entrevista

Juan Manuel Olivera: “Por qué no soñar con dirigir a la U”

En entrevista con AS Chile, el ex delantero azul no esconde sus deseos de volver al equipo con el que ganó un título y llegó a una semi de Libertadores, aunque sabe que como jugador es muy difícil.
Universidad de Chile - Curicó: Torneo Nacional 2018

Montevideo
Olivera posa para el lente de AS Chile tras la entrevista realizada en Montevideo.
Olivera posa para el lente de AS Chile tras la entrevista realizada en Montevideo. Roberto Gálvez

Juan Manuel Olivera tuvo dos pasos por Universidad de Chile. Uno en 2005, del que pocos se acuerdan, y otro entre 2009 y 2010, donde logró 45 goles en 68 partidos jugados. Esos números hicieron que los hinchas se encariñaran con el atacante y que se transformara en uno de los delanteros extranjeros más exitosos que han pasado por el país en el último tiempo.

Juan Manuel Olivera: “Por qué no soñar con dirigir a la U”

Hoy el ariete defiende a Danubio y en medio de sus entrenamientos en Montevideo se da un tiempo para recibir a AS Chile. Son las 11 de la mañana del día pactado y el jugador llega a su cita. Puntual, el ex valor azul las hace de anfitrión en su país natal en una entrevista que se extenderá por casi dos horas.

En ella, el ex Peñarol y Estudiantes confiesa su amor por los azules y confiesa que se le pasa por la cabeza dirigir al cuadro laico. En el diálogo, ‘Palote’ hace un sincero repaso por su carrera, donde reconoce errores, defectos y virtudes.

¿En qué momento de tu carrera te pilla esta entrevista?

“Estoy en una etapa muy madura, con ganas de jugar por sobre todas las cosas, venía de Peñarol con poca continuidad y a determinada edad un jugador lo que más quiere es jugar. Volví a Danubio, donde me formé, y ahí me daban la oportunidad de sentirme importante. Estoy feliz, tratando de agarrar mi mejor nivel futbolístico”.

El título y la Libertadores

Cuando jugabas por la U, ¿a quién te gustaba enfrentar? “Los clásicos eran especiales y aunque siempre me preparaba igual, he tenido la suerte, y no solo por la U, que con Católica siempre me salen las cosas medianamente bien, siempre anotaba uno o dos goles. En su momento también me pasó con Unión Española. Andabas iluminado y las cosas te salían”. ¿Qué recuerdas justamente de ese título que ganaron frente a Unión (2009) con gol tuyo? “Al principio fuimos un equipo criticado porque ganábamos, empatábamos, perdíamos pero logramos clasificar a playoffs y nos vinimos a Uruguay a hacer una preparación. Sergio (Markarían), muy inteligentemente, planificó algo que le sacó mucha presión al equipo. Y a los playoffs llegamos con una mentalidad que había que ser campeón como fuera. Pero ahí también hubo un camino duro, con un Audax muy bueno, ni que hablar del Everton de ‘Pelao’ Acosta, un rival durísimo. Y Unión que había sido lejos el equipo que mejor había jugado en la fase regular. Y la final fue maravillosa, más allá de hacer el gol yo, lo que se vivió no te olvidas más”. ¿Cómo revives ese gol? “Con el 0-0 eran campeones ellos, faltaba poco. Y uno se tira en palomita, al piso, muy poco estético, de un centro que sacan contra la raya… Todo muy luchado, esa U era así, le costaba mucho pero no bajaba los brazos nunca. Pero también me acuerdo de una pelota que saqué yo en la raya, que casi la meto en contra. Sufrimos los últimos minutos y yo jugando casi de zaguero”. ¿Es el gol que más recuerdas por la U? “Sí, por lejos. Es de los más importantes que marqué en la U”. ¿Qué les faltó en esa semifinal de la Libertadores 2010 con Chivas? “Es increíble lo que pasó. Creo que nos faltó un poco de convencimiento en salir a ganar esa revancha. Por un momento nos vimos en esa situación, tan cerca, pero no fuimos con convencimiento por esa clasificación. Respetamos mucho a Chivas, tal vez un poco al temor de no perder, que te hicieran un gol y tener que salir a buscarlo”. ¿Era mejor Chivas que la U? “Tal vez si hubiésemos perdido 2-0 en México el equipo hubiese salido de otra manera y con otra actitud, con una fuerza más arrolladora. Como no teníamos esa necesidad el equipo no salió así y lo pagó caro contra un equipo que no era de alta intensidad”.

¿Cómo ves tu futuro cercano en el fútbol? ¿Saldría de nuevo al extranjero?

“Por ahora abro las puertas a irme de nuevo, la verdad es que me gustaría salir aunque sea una vez más. Pero tengo dos años de contrato acá y si no se dan las condiciones tranquilamente podría seguir acá. No tengo una edad para decir ‘hasta este momento voy a jugar’, creo que lo haré hasta que me sienta cómodo y feliz entrenando”.

¿La U aparece como una de esas opciones en el extranjero?

“Hay que ser cuidadoso y respetuoso por la gente que está. Uno a veces dice que le gustaría, por lo que siente por el club, pero se piensa que uno se está postulando. Pero soy consciente y sé que con el paso del tiempo uno está más lejos de volver porque ya soy más grande y un club como la U tiene otras expectativas, de buscar jugadores jóvenes o que estén en otro nivel.

¿Y en alguna otra función?

El sentimiento sí está, incluso el día de mañana, cuando uno piensa que podría ser técnico, por qué no se me va a pasar por la cabeza o soñar dirigir a la U. En ese club tuve momentos que me marcaron mucho”.

¿Te proyectas como entrenador?

“Creo que haré el curso el próximo año. Empecé el de gerente deportivo y a fin de año me recibo, aunque no sé qué haré cuando deje de jugar. Cuando era joven no quería ser entrenador, pero hoy uno más grande, donde compañeros se reflejan en ti, donde a veces les explicas, uno se va haciendo un entrenador dentro de la cancha, entonces sí estoy más cerca de decir que sí podría ser técnico”.

¿Qué significó tu paso por Chile?

“Viví cosas muy fuertes en Chile. En los dos pasos. En el primero me encontré con figuras como Rivarola o Salas, entre otros, ahí conocí el club y su gente. Luego volví y fui campeón y tuve un buen pasar futbolístico; llegamos a instancias finales de la Libertadores (2010). Fueron momentos hermosos, intensos y mi familia disfrutó mucho”.

Pareces guardar gratos recuerdos de Chile…

“Yo he tenido la opción de jugar en muchos países y no en todos mi familia se sintió tan a gusto como en Chile. Incluso hemos vuelto un millón de veces de vacaciones, por eso te decía eso de dejar las puertas abiertas para volver”.

¿Por qué te vas a medio oriente después del gran momento futbolístico que tuviste en 2010?

“Todo lo hice conversando con mi familia. La verdad es que en lo económico me servía mucho, por eso me fui, aunque sí es una liga muchísimo menos competitiva que la de Chile, con muy poca repercusión. Me fui, mi familia no se sintió cómoda y aguantamos pero rápidamente se terminó ese contrato. Fue uno de los lugares donde más difícil me tocó pasarla”.

El repaso de su carrera

¿Tienes alguna deuda como jugador? “La selección. Si me dices ‘tienes que elegir una cosa’, para mí no es jugar en el Real Madrid ni en el Barcelona. El hecho de tener la posibilidad de jugar en la selección de tu país es lo máximo que te puede pasar, seguramente nunca estuve a la altura. Fui convocado una vez antes de una Copa América, con jugadores del medio local, estuve dos o tres semanas pero no fue más que eso. Hubiese sido como la guinda de la torta”. ¿Qué es lo más extraño que te pasó en el fútbol? “En Arabia y Emiratos -países musulmanes- llegábamos al entretiempo y mis compañeros, casi todos, se sacaban las medias, las canilleras, se lavaban los brazos y las piernas y se arrodillaban a rezar. El resto teníamos que esperar. Entonces, de 15 minutos que era el descanso, ocho se iban en que ellos rezaban, después dos minutos de charla y debíamos salir de nuevo a la cancha”. ¿En qué liga te gustó más jugar? “La chilena es la que más me gustó, por todo lo que me encariñé, pero en Brasil también. Pasa que ahí tenías la contra de los viajes, pero claro, jugar contra Corinthians, Botafogo, eso te motiva”.

¿Pero no sientes que te apresuraste y pudiste haber ido a otra liga más competitiva?

“Puede ser, pero de ningún lado apareció algo entonces ahí uno dice ‘tal vez no estaba para irme a otro lado’. Sí me ofrecieron algo, incluso de Europa, pero con salarios que eran menos que los que pagaban equipos de Sudamérica. Quizás me pude haber aguantado hasta fin de año, porque tal vez no fue como yo me lo esperaba”.

¿Sigues a la U?

“Sí, y este año no ha sido lo que la gente esperaba y duele más cuando hay un uruguayo de por medio. Pero la U es tan grande que está más allá de todo eso”.

En Chile coincidiste con Mena, Vargas, Díaz, ¿los proyectabas como pilares de la Roja?

“Habían muchos muy buenos, pero al que yo vi y dije ‘este va a ser un crack’ era Edu Vargas. Cuando llegó veías que era un chico con una explosión muy buena, que de hacer las cosas medianamente bien iba a llegar a Europa. Por otro lado, Marcelo (Díaz) siempre fue un jugador de muy buen pie. Habían algunos que ya eran buenos jugadores, aunque no sé si se les veía la proyección para decir que estarían en Europa. Creo que encontraron en Sampaoli un técnico que se les amolda muy bien”.

A propósito de ellos, ¿Qué opinas de la selección chilena?

“Juega muy bien al fútbol. Pero más allá de eso tiene la convicción y el trabajo de hacerlo en cualquier lado. Es de las que mejor juega hoy -si no es la mejor- en América. Tiene una identidad que la muestra en el país que sea. Como chilenos, pensando desde afuera, pienso que tienen que estar felices y pensar que tienen grandes opciones de ganar, aunque lógicamente de vez en cuando puedes perder”.

¿Y tu opinión del fútbol chileno en general?

“Globalmente es un torneo muy bueno, a diferencia de acá, que se centraliza en Montevideo. En Chile tienes la posibilidad de que va de norte a sur. Es competitivo, pero aunque este semestre no es el caso, siempre tienes a otros equipos metidos. Acá eso no es normal que suceda. Y en cuanto a los salarios, la virtud es que pagan al día. Uno que estuvo afuera en muchos lugares… parece una boludez lo que te estoy diciendo, pero es lo mínimo y hay lugares donde pasas tres meses sin cobrar”.

¿Y qué le falta?

“Creo que tener a equipos chilenos más seguidos en instancias finales de torneos internacionales. Me parece que es lo que le falta para consolidarse en América”.