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CRISIS DE LA ANFP

Los escándalos que anticiparon la caída de Sergio Jadue

En cuatro años a cargo de la ANFP, el dirigente supo lidiar con varias crisis, problemas judiciales y líos externos. Problemas que en suma, adelantaron el triste desenlace.

Los escándalos que anticiparon la caída de Sergio Jadue

El final de la historia es conocido, Sergio Jadue dejó la presidencia de la ANFP en medio de un escándalo internacional aún en desarrollo, acusado de corrupción y escapando a Estados Unidos. Fue su forma también de dejar atrás cuatro años de mandato, en el que se convirtió en rostro de una las mejores épocas del fútbol chileno, pero donde nunca pudo desligarse de su turbulento pasado.

Jadue asumió como presidente de la ANFP el 14 de enero de 2011, y en sus primeros días a cargo tuvo que lidiar con dos problemas importantes. Por un lado, la salida de Marcelo Bielsa, que le provocó un fuerte rechazo de la opinión pública, y después con una denuncia por estafa y fraude sin resolver que había protagonizado mientras era presidente de Unión La Calera.

El dirigente calerano lo negó. También las acusaciones de violencia intrafamiliar contra su mujer. Optó, en cambio, por seguir adelante pese al turbulento escenario. Firmó a Claudio Borghi, superó la renuncia de seis directores, y luego de enunciar por primera vez su ahora conocida frase "yo no voy a renunciar", logró salir casi ileso. Casi fortalecido.

Tiempo más tarde, mostró otra vez músculo político para desligarse del complejo caso judicial que lo ligaba a Tomás Serrano, ex corredor de bolsa y dueño de Unión La Calera condenado hace poco a 15 años de cárcel, por negocios en común, como la venta de un terreno en cerca de 400 millones de pesos mientras ambos eran parte del club cementero.

A favor de Jadue, jugó el buen momento de la selección chilena. La salida de Claudio Borghi y el arribó de Jorge Sampaoli le devolvió la tranquilidad en la cancha. La clasificación al Mundial de Brasil fue el respiro que necesitaba para dejar atrás los malos tiempos, para tapar en suma lo que lo había desestabilizado en el inicio.

Fue también la oportunidad para seguir fortaleciendo su poder. En diciembre de 2012 vendió por un monto millonario y sin licitación previa, los derechos de transmisión de La Roja a Rusia 2018 al Grupo Bethia (dueños de Mega) por cerca de 106 millones de dólares. En total, los balances de Quilín dicen que durante su período se firmaron contratos por más de 130 millones de la divisa estadounidense.

La caída

La reelección para la testera de la ANFP a fines de 2014 fue un trámite: sin otra lista en competencia, y con él ya instalado como el vicepresidente más joven de la Conmebol, Jadue iniciaba un segundo mandato prometedor en el que le tocaría ser parte de la Copa América, el Mundial Sub 17 y el camino a Rusia 2018.

Sin embargo, meses antes del inicio del certamen continental llegó la primera advertencia. El destape del escándalo en la FIFA terminó por desbaratar una amplia red de corrupción, que tocó directamente a varios directivos de Conmebol. Se le acusó de recibir coimas por 1,5 millones de dólares por parte de Datisa por contratos de trasmisión, y él lo negó tajante.

Jadue parecía confiado en salir otra vez de la crisis, pero ésta vez sería imposible. Mientras el trofeo de campeón continental ya lucía en las oficinas de Quilín, otros habían comenzado a hablar. La fiscalía de Estados Unidos estrechó el círculo en torno al calerano que no tuvo más remedio que reconocer sus culpas.

Su viaje secreto la semana pasada a Sao Paulo y Nueva York fue el fin anticipado. La salida oficial de la ANFP esta semana se dio en el mismo contexto en el que comenzó su historia: cuestionado, envuelto demasiadas interrogantes, y con él en medio rechazando todo, diciendo que todo lo que está ocurriendo no es verdad.