La música del azar
Resultó curioso que horas antes de la final de Copa Chile, la noticia en la U fuera una lista de jugadores que quedaría libre a final de temporada. El partido, al fin y al cabo el objetivo último de todo este fluido cultural llamado fútbol, quedaba rezagado en los medios bajo una noticia que debería ser secundaria: el futuro de algunos elementos azules, muchos de ellos ni siquiera titulares.
Cuando una mira todas las publicaciones en nivel mundial, un porcentaje muy grande es el condicional sobre los jugadores. Esto es, no importa tanto dónde están ni que hacen, sino dónde irán y lo que potencialmente podrán hacer. Incluso, ese futuro hipotético sería una plataforma para otro futuro hipotético aún más lejano y deseable.
Esta misma semana una noticia desde España apunta a un posible traspaso de Alexis Sánchez al Real Madrid. De la misma manera, se da por hecho, o se descarta según gane o pierda el domingo, el reemplazo de Manuel Pellegrini por Josep Guardiola en el Manchester City ¿Podría desear un equipo más potente Guardiola que el Bayern Munich? ¿Existe? ¿Para qué?
¿Qué significara esta cultura del permanente cambio? Resulta complejo responder. No se trata sólo del cambio, sino una compulsión por tener nuevos horizontes posibles, no porque se necesiten, sino porque el negocio no funciona sin tal especulación. Y como el fenómeno va creciendo, en un futuro no muy lejano sólo se hablará de lo que podría ser y nunca de lo que es. De eso se tratará este circo.