A Nole solo le falta el Grand Slam
Nadie duda que Novak Djokovic ha sido el mejor jugador de 2015. Tampoco es un misterio que dominó de manera abrumadora el circuito una vez más, tal como en los últimos dos años. No en vano ha terminado como el mejor del planeta en cuatro de las últimas cinco temporadas.
La pregunta es ¿por qué?
Cuando un tenista domina de tal manera podría parecer fácil dar luces sobre los motivos, pero en el caso de Nole son tantos los factores que puede resultar difícil extraer los pilares de su campaña.
Cuando un tenista es el mejor de todos desde la primera hasta la última semana del año -es apenas el sexto jugador en la historia en lograrlo- existe una suma de factores, pero algunos destacan sobre los demás para explicar esta "Era" que ha ido construyendo.
Djokovic ha demostrado que en estos días la devolución es mucho más influyente que el servicio.
Si se revisan las estadísticas de la temporada, el serbio terminó 19° en aces, con 471 saques directos, y 25° en puntos ganados con el primer servicio, con un 74 por ciento (que, de todas formas, no es un porcentaje bajo).
Esos son los únicos dos apartados, de un total de 10 que registra la ATP, en donde el serbio no es Top 10. De hecho, en los otros ocho aparece Top 5 en cinco y fue líder en tres.
Nole fue el mejor del año en:
-Puntos ganados con el segundo saque (60%).
-Puntos ganados con la devolución del segundo saque (57%).
-Juegos de devolución ganados (34%).
Además, en los puntos ganados con la devolución del primer servicio figura segundo (33%) y en puntos de quiebre convertidos aparece sexto (44%). En la vereda opuesta, de impedir quiebres, Nole marcha octavo en puntos de break rescatados, con un 68%. Es decir, lideró dos estadísticas de la devolución, y quedó segundo y sexto en otras dos.
Djokovic no es un jugador reconocido por contar con un potente servicio ni por ganar demasiados puntos gratis, pero su eficacia también resalta: fue quinto en juegos ganados con el servicio (89%) y sexto en porcentaje de primeros saques (66%).
Se suele relacionar el saque con aces, jugadores altos y potentes, pero la verdadera importancia del servicio radica en la eficacia, regularidad y el uso que se le da en momentos clave.
Si hay algo que sabe hacer Djokovic con maestría es leer al oponente. Por eso posee la mejor devolución del mundo, no sólo por su rapidez de pies o manos, si no por su capacidad de anticipación, a lo cual le suma la cuota de presión que impone al rival -incluso a sus rivales directos-, que los lleva a cometer errores. Lo que se llama 'jugar con la camiseta' en el fútbol... A veces el nombre pesa por sí solo.
Si le sumamos un estado físico privilegiado y una fortaleza mental que ha rendido numerosas pruebas a lo largo de los años, nos encontramos ante un fenómeno que acecha incluso algunas de las marcas del mejor de todos los tiempos: Roger Federer.
Es difícil pensar que vaya a perder este dominio en 2016, pero sin duda que se viene otra temporada apasionante con la expectativa de romper marcas y, por qué no, anhelar lo que ninguna de las leyendas como Federer o Nadal han podido conquistar: el Grand Slam en año calendario.
Este es un resumen de los principales logros del serbio en 2015:
-Ganó por quinta vez el Masters de Londres, que reúne a los ocho mejores del mundo. Con ello igualó a Ivan Lendl y Pete Sampras. Solo Federer lo supera, con seis títulos. Además es el único en ganar cuatro coronas seguidas.
-Por primera vez en su carrera pasó la marca de las 80 victorias (82-6). Fue su campaña con menos cantidad de derrotas, al igual que en 2011.
-Es el primer jugador en conseguir más de 30 triunfos sobre rivales Top 10 en una misma temporada.
-En total se quedó con 10 títulos este año, su mejor marca personal.
-Se transformó en el jugador con más finales consecutivas disputadas en un sólo año, al acceder a 15. Dejó atrás los registros de Guillermo Vilas, Ivan Lendl, Roger Federer y John McEnroe.