El ex zaguero chileno con su propio club en Estados Unidos
En La Roca, su institución en Utah, el otrora defensor de la UC cobija a cerca de 2.000 niños y jóvenes. "Estoy feliz y puedo vivir súper bien acá", dice.
A fines de los años 90, Adolfo Ovalle emigró a Estados Unidos en busca de otras oportunidades y, varios lustros después, ha logrado forjar su propio sueño americano ligado al fútbol. El ex zaguero surgido en la UC es propietario del club La Roca, en Salt Lake City, en el estado de Utah, donde recibe a casi 2.000 niños y jóvenes, además de materializar su vocación de entrenador.
"Comenzamos de la noche a la mañana, en 2005. Hicimos las pruebas de jugadores en ese momento y llegamos a armar hasta 25 equipos entre niños y niñas. Han pasado 10 años y hoy tenemos 93 equipos. 1.200 niños jugando competitivamente y 600 jugando a nivel de recreación. Estoy feliz. Con esto, y gracias a Dios, puedo vivir súper bien acá. Me siento afortunado y bendecido", cuenta 'Fito' Ovalle, de 45 años, a AS Chile.
"Estamos adaptados a la vida en Norteamérica, que es muy linda acá. Me vine casado y con dos hijos pequeños (Adolfo y Nicolás). El mayor tiene 18 años y estuvo en la selección Sub 20 con Hugo Tocalli y Nicolás Córdova. El menor tiene 15 y juega en el fútbol formativo de Real Salt Lake City, el equipo profesional de la ciudad, pero vive en Arizona. Allá está la academia del club, porque acá en invierno nieva mucho, como ahora. Pasó el tiempo y después de 12 años, Romina y yo nos separamos. Estamos divorciados, ella tiene su matrimonio y yo me casé hace poco, con una americana que se llama Britney", agrega el chileno, quien también jugó en Santiago Morning, Wanderers, Cobresal, Temuco y Osorno.
"En Osorno, y con 29 años, sentí que debía buscar otros horizontes. El representante Rubén Morales me llevó a la MLS y entrené con el New England Revolution y el Dallas Burns. En este último equipo estuve a punto de firmar, pero finalmente no ocurrió. Entonces, el técnico me recomendó a un equipo de tercera división, el Utah Blitzz. Partí para acá y me trataron como rey, fue una experiencia maravillosa. Con el tiempo me transformé casi en el relacionador público del club, junto con desempeñarme como jugador", explica.
"El 2004 apareció el Real Salt Lake City en la MLS y llega a Utah, comprando el club en el que yo estaba. Tenía 34 años y pensé que se acaba la carrera y era el momento de dirigir. Ya estaba trabajando con niños, porque había hecho el curso de iniciador en Chile. Entonces empecé a hacer los cursos de la federación de fútbol de Estados Unidos. Ahora tengo la licencia A, que es la más alta. Formé mi club y me traje a Ariel Bravo, ex compañero argentino en Cobresal y amigo mío. También incorporé a mi hermano Pancho, que trabajó en televisión en Chile. Se unió también un ex jugador peruano David Chévez, que jugó en Alianza Lima. Así partimos", añade.