AS HISTORIA
La estrella de Tocopilla que es beisbolista y juega en Francia
Con 25 años, Pablo Ossandón se convirtió en el primer chileno en jugar en el extranjero: milita en el los Huskies de Rouen de Francia.
Pablo Ossandón no recuerda con exactitud el mes, ni la fecha, pero sí sabe que tenía casi cinco años, que era un largo día de verano en la ciudad de Tocopilla, más de 1.500 kilómetros al norte de Santiago, la primera vez que tomó un bate y sintió esa sensación de ser bueno en algo.
A esa edad comenzó en el béisbol y dos años más tarde ya era considerado toda una promesa, en una ciudad pequeña de menos de 30 mil habitantes, pero que concentra más títulos nacionales que cualquier otra del país (24), y donde los niños juegan a este deporte casi lo mismo que al fútbol.
Ahí, en ese competitivo escenario, Ossandon creció rápido. "A los 13 años juegué mi primer Panamericano pre-junior en México, luego fui al juvenil de Argentina, y después llegué a la selección adulta con 17", recuerda hoy el joven a AS Chile sobre una historia que dio el gran paso hace un año.
Luego de ser considerado por segunda vez consecutiva como el mejor beisbolista del país, el lanzador se decidió a dejar su natal Tocopilla y buscar alguna oportunidad en el exterior. Se graduó de Educación Física, junto dineró dos años, y después de algunos llamados y una prueba final en Europa, terminó fichando a fines del 2014 en los Huskies de Rouen, equipo que milita en la Primera división de Francia y que es patrocinado por la MLB de Estados Unidos.
"Ha sido un año espectactular", resume el primer chileno en la historia en jugar en el extranjero. "Salimos campeones del Challenger de Francia, clasificamos a la Eurocopa, y el próximo año también jugaremos la Liga profesional de Europa que reúne a equipos de Holanda, Italia, Alemania, República Checa", agrega emocionado.
En medio de esa vorágine, el joven de 25 años aprovecha estos días para descansar en Chile. Recoger el premio de mejor beisbolista del país por tercer año consecutivo. Volver a casa, a su natal Tocopilla, donde regresa demostrando que el fútbol no es la única forma de salir del desierto.