El drama de los 'cesantes anónimos' del fútbol chileno
No son conocidos y pese a que en algún momento pudieron despegar, hoy se juegan sus últimas chances. Su principal lucha es contra el tiempo.
José Jorquera (24) vive en Rosario, Sexta Región, y debe levantarse todos los días a las 5:30 de la mañana. Demora una hora y media en llegar a Estación Central y después debe viajar una hora más para estar a eso de las 9 en las canchas de Quilín, lugar donde entrena junto al equipo de jugadores libres del SIFUP.
Hasta fines del 2014 vivía en El Salvador y era el tercer arquero de Cobresal, pero cuando se inició el 2015 no le renovaron. "A uno lo va pillando la edad y prefieren dejarle ese cupo a un juvenil", cuenta. Desde ese momento empezó su lucha por reinsertarse en el fútbol.
"Se extraña bastante, estar en un camarín es parte de la vida diaria y dejar de hacerlo es muy difícil. Gracias Dios cuento con el apoyo de mi familia y eso hace que esta incertidumbre sea un poco más llevadera. Ahora, con 24 años, lo que venga lo recibo con los brazos abiertos. No tengo hijos ni nada, así que por eso puedo seguir esperando", confiesa. "¿Si no sale nada? Habrá que agarrar los cuadernos (risas)"
El sueño truncado de Diego Meneses, la ex promesa de Unión
"Cuando a los 16 años me vi en el plantel profesional de Unión Española me faltó madurez. Después me faltó humildad y luego sacrificio". Es la severa autocrítica del arquero Diego Meneses (23), quien tras salir de los hispanos pasó por Temuco, Barnechea e Independiente de Cauquenes.
"El punto de inflexión en mi vida fue el nacimiento de mi hijo. Me di cuenta de cosas que antes no veía. De todas formas, el tener familia hace todo más complicado. Es difícil que te entiendan que no quieres dejar esto. De aquí a junio espero tener algo y en dos años pretendo afirmarme en algún equipo", agrega.
Ian Aguirre y la lesión que frenó todo
Se inició en la U, pero la gran parte de su formación la vivió en la UC. Juega de volante derecho, estuvo a préstamo en Santiago Morning y su 2015 fue para el olvido. "Pensé que sería un año bueno, pero en la pretemporada me corté el ligamento cruzado y llevo todo el año parado", cuenta.
Hoy está lejos de bajar los brazos y ni se le pasa por la cabeza hacer otra cosa. "Mi mentalidad es muy ganadora y nunca digo que no voy a poder. Hoy llevo 7 meses operado y quiero recuperarme bien para cuando llegue la oportunidad. Mejor ir paso a paso. Mi sueño es jugar en la Selección y llegar al extranjero".