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Reportaje

El sufrido y glorioso retorno de la U a Primera División

Un año después de su caída a la B, los azules lograron el ascenso. Fue un camino lleno de dificultades que terminó con festejos en Curicó.

Histórica postal del ascenso de la U: Horacio Rivas celebrando en la reja con los hinchas.
Revista Triunfo

"Si yo pudiera, jugaría gratis en la U". Eso declaraba Héctor Hoffens tras el descenso de Universidad de Chile a Segunda División el 15 de enero de 1989. Y era la opinión de prácticamente todo el plantel azul, que tenía el compromiso de regresar lo más pronto posible a la serie de honor.

Dos días después del funesto empate ante Cobresal, el presidente Waldo Greene preguntaba: "¿Están seguros que la U bajó?". El dirigente esgrimía razones reglamentarias para una posible salvación, pero en el club no miraban con buenos ojos salvarse por decreto. Era la opinión de la llamada "comisión de los notables", encabezada por el abogado Mario Mosquera.

Palabra de capitán

Tras la salida de Patricio Reyes, que fichó por el millonario equipo de La Serena dirigido por Luis Santibáñez, Roberto Reynero se convirtió en el capitán de la U. "Cuando bajamos, me propuse volver a Primera. Hubo compañeros que abandonaron el barco, pero los perdono. Los perdono porque yo había firmado un contrato con la U, que estipulaba que dejaría el club si no subíamos. Afortunadamente no pasó", cuenta el histórico lateral izquierdo azul.

En lo futbolístico, Manuel Pellegrini se mantenía en la banca azul, pese a que era sindicado como el gran culpable del descenso. Lo cierto es que el único pecado del 'Ingeniero' fue no pedir refuerzos para que la institución no continuara endeudándose.

"La situación económica era muy compleja. Era todo caótico, no había dinero. Si bien finalmente no jugué gratis ese año, fue casi eso", recuerda Héctor Hoffens. Álvaro Vergara, integrante del plantel '89, añade otro antecedente: "Nos pagaban el sueldo en tres cuotas, de manera desfasada". 

Un hombre de la casa

Los resultados son malos en una gira al sur, pero la U consigue el fichaje del brasileño Severino Vasconcelos en el inicio de Copa Chile. El 22 de abril, tras un empate sin goles ante Magallanes en Santa Laura, Pellegrini presenta su renuncia y es aceptada por los dirigentes.

Luis Ibarra, un ex jugador que ya había dirigido a los azules en dos períodos, se hace cargo de la banca de la U. Llega junto al nuevo presidente Mario Mosquera y declara que "hoy más que nunca el club necesita de todos quienes sentimos un afecto especial por la institución".

Pese a los problemas, la U finaliza tercera en su grupo de Copa Chile, detrás de Colo Colo y la Uc. No clasifica a cuartos de final, pero su rendimiento es positivo pensando en el Ascenso. Sin embargo, el camino traería más piedras de las pensadas y el capitán abandona el buque: Patricio Reyes partía a un millonario Deportes La Serena.

Bienvenidos a los potreros

La U enfrentando a Linares en el Ascenso.
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La U enfrentando a Linares en el Ascenso.Diario La Tercera

La U, uno de los dos equipos más grandes de Chile, sintió el peso de jugar en Segunda División. Fue un difícil comienzo. El peor. Debutó con una derrota 2-1 ante Curicó Unido bajo la lluvia en La Granja y luego no pudo superar a Puerto Montt en Santa Laura (1-1). La hinchada azul lanzó piedras contra Luis Ibarra y coreó el nombre de Leonel Sánchez.

El infierno en la B continuó con un empate con 10 jugadores en Osorno (1-1) y una impensada derrota 3-0 ante Colchagua en el recinto de Plaza Chacabuco. "Soy culpable", dice Ibarra. Sin embargo, la U consigue su primer triunfo ante Magallanes (3-1) y comienza el repunte con el retorno de Orlando Mondaca. Además, Leonel se consolida como ayudante técnico de Ibarra.

La escuadra carabelera fue el gran rival de los azules en la lucha por volver a la máxima categoría. En la primera fase la U lideró la Zona Sur con 30 puntos, con apenas dos de ventaja sobre Magallanes. Los fantasmas reaparecieron en el inicio de la segunda parte, con dos derrotas seguidas: 0-3 con Osorno en el sur y 1-2 con la 'Vieja academia', ante 24.620 personas en Santa Laura. Nada sería fácil.

La fiesta de Curicó

En el partido clave, la U vence 2-0 a Magallanes en el Nacional, con un gol de Marcelo Silva y un cabezazo de Severino Vasconcelos. Queda más cerca. A punto. Con un empate ante Curicó Unido le bastaba para sellar su retorno.

14 de enero de 1990. 364 días después de su tarde más negra, la U busca el ascenso con 8.981 personas controladas en La Granja. Y abre la cuenta apenas a los nueve minutos, con un autogol de Pablo Helmo tras tiro de Marco Fajre. Un cabezazo de Carlos Cisternas (26') y un tiro de Pedro Pablo Díaz (85') sellan el 3-0.

Fiesta total entre jugadores, dirigentes e hinchas. Invasión a la cancha, pero sin violencia. "Este equipo me robó el corazón", declaraba emocionado el arquero Eduardo Fournier, figura clave que estuvo 753 minutos invicto. En tanto, Horacio Rivas regalaba, entre lágrimas, su camiseta a Juan Numi, en homenaje al recientemente fallecido hijo del directivo. El objetivo estaba cumplido.

Campeones

El 27 de enero de 1990, Universidad de Chile definió el título del Ascenso ante Palestino en el estadio Nacional. Ambos ganaron respectivamente las zonas norte y sur, asegurando su retorno a Primera. Tras 120 minutos de lucha empataron sin goles y en penales los azules se quedaron con la copa por 5-4. Eduardo Fournier atajó el lanzamiento de Juan Toro y Carlos Cisternas anotó el tiro decisivo.