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Iturra

La locura de Pizzi

¿Y qué pasó con Juan Antonio Pizzi? Lloraba como un niño en la orilla de la cancha.Fue como un cuento. Pero de esos que están muy bien escritos.

La locura de Pizzi
Photosport

Fui uno de los afortunados 7.096 espectadores que estuvieron la tarde-noche del 25 de noviembre de 2009 en el estadio Municipal de La Florida para un Audax Italiano vs. Santiago Morning que terminó siendo uno de los partidos más surrealistas que han existido. Si bien ganaron los itálicos por 2-1, fueron los bohemios quienes terminaron festejando con locura.

En la banca del Chago estaba Juan Antonio Pizzi, el único jugador nacido en Argentina que le anotó a la albiceleste, debido a que fue seleccionado español, y que había jugado en el Barcelona con Pep Guardiola, Stoichtkov, Ronaldo, Figo y con José Mourinho como asistente técnico. Ya era freak ver a un tipo de las grandes ligas sentado en la banca de la máquina microbusera.

El 2-0 clasificaba a Audax, que era amplio favorito. Y todo parecía correr por carriles de normalidad. A 10 minutos del final, Pizzi le hace caso a su ayudante Mauricio Pozo y llama al portero reserva, Víctor Loyola. Debido a la escasez de plantel, el arquero debe ingresar como delantero. Era lanzar toda la carne a la parrilla, porque en la cancha había ya tres goleadores de raza: Diego Rivarola, Sergio Comba y Reinaldo Navia.

Loyola se demoró en entrar porque no tenía camiseta de jugador de campo. Trajeron desde el vestuario una con el 11 y con huincha blanca "borraron" el primero de los unos. La faena retardó su ingreso y pudo saltar a la cancha con un 1 chueco cuando al partido le quedaban ocho minutos. Reemplazó a Cristian Basaure.

Corría el tercer minuto de descuento cuando Michael Ríos lanzó un centro de zurda desde la derecha al corazón del área rival. "Le pegué al medio porque vi 80 camisetas blancas y estaba buscando al Loco (Loyola)", contó Ríos, mientras que el Jalea Hernández comentaba: "No lo podía creer cuando vi el cabezazo del Loco. Ni en las pichangas de barrio vi algo así".

Víctor, quien era discípulo del prestigioso preparador del arqueros Julio Rodríguez en las inferiores de Colo Colo y se formó junto con Claudio Bravo y Eduardo Lobos, les ganó en el brinco a todos y clavó un cabezazo perfecto en el ángulo superior izquierdo del arco que defendía Johnny Herrera. Los jugadores del Chago festejaban como locos. Los de Audax no lo podían creer. El estadio quedó en silencio.

"Fue una locura lo de Pizzi, pero por suerte resultó. Ahora tengo que cuidar el puesto", bromeaba el goleador Diego Rivarola. Cristian Reynero, quien entonces era defensa de Audax, reflexionaba después del partido: "Se van a reír, pero para mi Loyola es mejor delantero que arquero".

¿Y qué pasó con Juan Antonio Pizzi? Lloraba como un niño en la orilla de la cancha.

Fue como un cuento. Pero de esos que están muy bien escritos...