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Ex capitán de los cruzados

La nueva vida de Rodrigo Valenzuela como DT en la UC

El recordado lateral conduce a la Sub 12 y se ilusiona con dirigir en Primera. "Estoy en una etapa de aprendizaje, pero apunto al alto rendimiento", manifiesta.
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Valenzuela, con el buzo de DT, junto a Biskupovic, Álvarez y Toselli.
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En abril de 2014, Rodrigo Valenzuela dejó el fútbol tras 20 años. Había irrumpido en el profesionalismo, en el primer lustro de 1990, como como un rápido delantero de Unión Española. Luego, pasó por México, donde se proclamó campeón con el América y además actuó en varios equipos. En Chile también vistió otras camisetas, hasta decir adiós en Universidad Católica, club en el que ha iniciado su carrera de entrenador.

“El año pasado estuve con la Sub 11 y ahora estaré con el equipo Sub 12. Ha sido una buena experiencia. Antes que me retirara, me habían hablado para trabajar, pero no quise hacerlo inmediatamente. Me interesaba partir en una serie más pequeña para ir viendo cómo se trabaja. Hay otros entrenadores que si no les ofrecen una categoría más grande, no aceptan, lo que es válido, por cierto. A mí no me incomodaba, pues permite tener mayor aprendizaje”, manifiesta el ex futbolista a AS Chile.

Antes de todo, sin embargo, hubo un momento en que Valenzuela optó por alejarse de la contingencia futbolística. “Más que nada quería desconectarme un poco. Sentía que era necesario en el momento del retiro. Llevo un año de trabajo y esta nueva etapa como entrenador ha sido muy gratificante. Poseo todas las garantías y condiciones para trabajar bien en el club, así que no he tenido problemas. Esto es muy importante en mi desarrollo como técnico”, sostiene.

¿Echa de menos el fútbol profesional o ya lo considera como una etapa superada?
-Estoy bien, porque me fui preparando bastante para el retiro. Afortunadamente pude estirar lo que más pude la carrera. Estar dirigiendo ahora es como que se vive algo parecido a la etapa como jugador, la misma pasión, la misma adrenalina. A lo mejor en un comienzo eché de menos estar compitiendo cada fin de semana.

¿A parte de la dirección técnica en la Sub 12 realiza otra actividad en paralelo?
-Tengo algunas inversiones personales y en la Quinta Región tengo unas plantaciones de paltos, las que ahora les he dado más atención, pues es una cosa que me gusta mucho. Me llena y me reconforta ir al campo y estar al aire libre y con animales. Es mi pasatiempo favorito y lo había dejado postergado por mucho tiempo. Cuando estuve alejado del fútbol, me mantuve entre Santiago y el campo.

En 2016, Valenzuela cursará el último año en la carrera de técnico en fútbol. En el INAF comparte aulas con el volante de Unión Española, Milovan Mirosevic. Los une una extensa amistad, que podría profundizarse como una dupla técnica en el futuro.

“Nos hemos complementado en el tiempo. A Milovan lo conozco desde hace mucho. Después entramos juntos a estudiar al INAF y ahí hemos ido complementándonos. Congeniamos bastante en ámbitos del fútbol y también de vida. Ojalá que en el futuro podamos hacer una dupla técnica o si no que cada uno también pueda seguir su propio camino. También aspiramos los dos a triunfar y ojalá el camino nos pueda unir algún día”, manifiesta.

¿Cuál es la línea futbolística que le agrada?
-La idea del Barcelona. Así es como me gusta el fútbol. El buen trato del balón es de mucho tiempo en el Barcelona y lo que pasa es que con Guardiola brilló mucho más. Es una cuestión que tiene que ver con la forma cómo viví el juego, con características más ofensivas. No desmerezco a ninguna otra forma, todas son válidas. Creo que uno debe tener su propio sello. Lo importante es que los jugadores puedan canalizar lo que uno busca. En este sentido es relevante también tener una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

¿Le interesa llegar al fútbol profesional o tal vez desarrollarse solo en el campo formativo?
-El tema formativo lo tomo como una etapa de aprendizaje y me interesa desarrollarme después en el fútbol profesional. Estoy en un nivel donde la formación y el resultado son importantes y uno tiene que manejar el enojo y la rabia. Con gente adulta esto sería distinto. Tengo muchas ganas de estar en el alto rendimiento, pero ahora he tenido la capacidad de contenerme, por ejemplo, frente a una derrota. Uno no debe volverse loco por el resultado y debe privilegiar el desarrollo que viven los niños como deportistas y personas. Esto ha sido lo que más me ha llenado. Para crecer como técnico y como persona es importante pasar por esta etapa. No sé si por mucho tiempo. Quiero sentir que quemé todas las etapas.