ADN RadioConcierto Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Beccacece y la quimera de un "Jorge Sampaoli 2.0"

Actualizado a

Los seguidores que esperaban que, en la dirección técnica de Universidad de Chile, Sebastián Beccacece se convirtiera en algo así como en un "Jorge Sampaoli 2.0" deberán aguardar un tiempo para que esto ocurra (en caso de acontecer, por cierto). El funcionamiento y los resultados del equipo por ahora así lo indican.

Después de la eliminación ante River Plate de Uruguay en la Copa Libertadores, resulta súper fácil seguir vapuleando al DT debutante en la banca de los azules: que por qué no puso a Ricardo Guzmán Pereira ni a Mathías Corujo, que se equivocó en sacar a Sebastián Martínez a los 27 minutos de partido, que cómo se le ocurrió ubicar a Gustavo Lorenzetti de "6", bla bla bla...

El análisis debe ser macro y no centrarse exclusivamente en el contenido futbolístico de un match en particular, como fue el 0-0 del otro día en el Nacional. La mirada tiene que abarcar el devenir del equipo desde su irrupción pública en la caída 4-2 ante Audax Italiano en el CDA (el duelo fue transmitido por TV), pasar por los cuatro encuentros del Apertura y concluir con el ida y vuelta ante los charrúas del River Plate uruguayo.

Ya ante los itálicos Beccacece llamó la atención con una movida táctica media incomprensible. En un sistema de juego 3-4-1-2, alineó con Matías Rodríguez de segundo mediocampista de contención y a Corujo lo abrió junto a la línea, en el rol de lateral volante derecho.

Tras esa derrota ante Audax, un tufillo del volátil albor del proceso de Sampaoli se percibió ese día, al rememorar que el ex DT de la Roja insistía entonces con Rodríguez de central en una línea de tres zagueros. Ahora, otra vez el argentino era utilizado como conejillo de indias en un experimento táctico, que lo exponía en un rol disfuncional a sus habilidades y competencias futbolísticas.

Luego, otra innovación táctica cautivó la atención. En Quillota ante San Luis (partido que terminó 1-1), la U salió a la cancha con Corujo de "6". Un tipo que es de "tocar y pasar" o de "aparecer siempre acompañando la jugada", tenía como misión esencial conservar la posición en el círculo central para darle equilibrio al equipo. Al final, no se entendió qué buscaba Beccacece con el uruguayo ahí, poniendo a un inquieto o híperactivo futbolista en un sitio donde la ponderación y la cautela son exigencias sine qua non.

Por último, lo más reciente: el cambio, a los 27 minutos, de Sebastián Martínez ante River Plate en el Nacional. El DT explicó después que la sustitución se debió a que buscaba darle más generación de juego en la mitad al equipo con la inclusión de Leonardo Valencia y la derivación de Lorenzetti al puesto de "6". Alteraciones, todas estas, como si el DT llevara una vida conduciendo a los azules y hacer un cambio en el lapso muy inicial de un duelo (caso de Martínez) fuera cualquier cosa, tanto como poner a un "10" de "6" (Lorenzetti).

Precisamente, en esto último radica la equivocación de Beccacece y, a lo mejor, sucede porque ahora está de moda "ser revolucionario en el fútbol". El argentino ha iniciado su ciclo en la U de atrás para adelante. Dicho de otra manera, comenzó a escribir su historia en el cuadro azul por el final sin haber esbozado siquiera el comienzo.

Me explico. El DT ha realizado una serie de variantes tácticas que son propias de un equipo con un modelo de juego ultra sabido y muy bien aplicado. No de una oncena que busca recién lograr una identidad. Son innovaciones que precisan de cimientos futbolísticos pétreos, incólumes. Una suerte de matriz táctica que haga que las modificaciones no afecten significativamente el funcionamiento del todo.

En el año 2011, cuando Sampaoli puso a los jugadores que tenía que poner y a eso agregó que a los futbolistas que puso los puso donde los debía poner, comenzó a construir el éxito. Esto resultó crucial para lograr una mecánica de juego bajo una idea revolucionaria y, a partir de esa base, luego atreverse con los más disparatados ensayos tácticos. 

El ex DT de la Roja hoy pasea por Qatar en un merecido descanso. A lo mejor, no sería malo que Beccacece se comunicara con él. No para pedir consejos, sino para recordar detalles de los viejos tiempos, de cómo a partir de un inicio inestable, volátil y lleno de críticas, construyeron a la mejor U de todos los tiempos.