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Hernández

Larga vida al Court Central

Larga vida al Court Central

Sigue siendo un estadio viejo. Al que le metieron unos cuantos millones para la Copa Davis de 2011 ante Italia y otros tantos, que nunca se supo qué mejora significó, para los Juegos Sudamericanos de 2014. Pero el court central del estadio Nacional sigue teniendo un embrujo, una mística que convoca a los amantes del tenis y unos pocos entusiastas más. Porque bastó que la Copa Davis dejará el digno court del estadio Palestino y volviera a Ñuñoa para que la asistencia se triplicara. Y más si este sábado hay un lleno como se prevé.

Está claro que el Estado le debe un recinto adecuado al tenis. Es una deuda histórica. En el plan original de los Odesur 2014 estaba contemplado un court central emplazado en el Parque Los Reyes para tres mil personas. No se concretó. Solo quedaron los planos, ni siquiera una maqueta. El tenis fue postergado por enésima vez.

Como el Chino nunca pidió públicamente una cancha para el tenis chileno y Massú y González peinan sus primeras canas y están retirados, la posibilidad de que el Estado se acuerde de este deporte e invierta en serio en infraestructura es bajísima, por no decir igual a cero. Una cosa es que el Ministerio del Deporte haya apoyado la Copa Davis ante República Dominicana y favorecido el retorno al court central y otra muy distinta que se meta la mano al bolsillo pese a que la historia del tenis lo demanda.

Se supo en los pasillos del estadio Nacional que se está trabajando para jugar la final americana ante Colombia en un recinto techado. ¿El gimnasio Polideportivo? Todo bien, que se juegue ahí. Pero por qué no remodelamos el court central de una vez por todas y le ponemos un techo retráctil. Un proyecto de mediano plazo. No les parece injusto que la Red de Estadios del Bicentenario haya levantado o remodelado más de una veintena de recintos, la mayoría con estándar FIFA, y el tenis se tenga que estar jugando en una pésima cancha, peligrosa para los jugadores. “Pude quebrarme un tobillo y quedaba cuatro meses fuera del circuito, perjudicaba mi carrera, no se podía jugar ahí”, dijo este viernes el dominicano José Hernández. La crítica, se entiende, no era al recinto sino a la cancha de arcilla que estaba en condiciones deficientes.

La memoria del Estado es frágil o de corto plazo porque más allá de la conquista de la Copa América y el quinto puesto que ostenta la selección chilena en el ránking FIFA, el tenis sigue siendo el deporte más exitoso en la historia de este país. A Ríos nadie le va a sacar haber sido el primer latinoamericano número uno del mundo, a González ser, hasta ahora, el único tenista con tres medallas en dos olimpiadas y a Nicolás Massú el único doble campeón olímpico en la historia del tenis moderno. Sí, porque lo que hizo el viñamarino no lo lograron Agassi, Sampras, Becker, Federer, Nadal, Djokovic o Murray.

Con todo y más allá de esta reclamación, lo cierto es que el tenis seguirá esperando por su reivindicación en infraestructura. Afortunadamente, esta generación de jugadores y los nuevos dirigentes de la federación están trabajando muy bien y todo lo que venga a futuro, deportiva e institucionalmente, será para mejor. En esas condiciones, en un contexto de mayor repercusión y visibilidad, la opción de que la autoridad se acuerde de que el tenis es el único deporte que le ha dado medallas de oro olímpicas al país, es mayor.

Por ahora, disfrutemos del regreso al court central, llenemos el estadio este sábado y gocemos el avance a la final del Grupo Uno Americano.