“Mi error fue creer que tendría más libertad para moverme”
El colombiano solo ha mostrado visos de su juego. Admirador de Cristiano y Neymar, asegura que este es el año para romper con la mala racha alba en las últimas libertadores.
“¿Sabes? Pensé que tendría más espacios, creí que en mi rol tendría más libertad de movimiento. Ese fue mi error”. La confesión de Javier Reina, volante de Colo Colo, explicando su lenta adaptación al fútbol chileno llega dos meses y una semana después de haber pisado suelo nacional. En su tercera incursión en Sudamérica, el caleño sabe que aún tiene fútbol por mostrar. “El Messi colombiano”, “el Maradona cafetero”. De solo mencionarle los apodos con que muchos lo señalan, arruga el ceño. “Soy solo Javier Reina”, responde cortante.
Acá se recuerda bastante a dos compatriotas suyos que hicieron carrera en Colo Colo y en su puesto…
“Sí, Macnelly (Torres) y Giovani (Hernández). Sabemos la clase de jugador que son ambos. Ellos se encargaron de abrir las puertas, así como yo me encargo de abrirle las puertas a los que vienen atrás mío”.
Su última estadía fue en el fútbol coreano, ¿qué diferencias se encontró con el chileno?
El coreano es un fútbol de más contacto, tiene más ida y vuelta, es más físico. Aquí se trata mejor la pelota, hay más posesión de balón.
En los primeros juegos, Sierra lo usó como puntero por la derecha. Usted llegó a ocupar el puesto de volante creativo tras la salida de Emiliano Vecchio. ¿Le incomodó ir por el costado?
“Ni la banda izquierda ni la derecha es una posición muy ajena porque lo hacía muy seguido en Corea, pero si me preguntas por la ubicación donde más confortable me siento te podría decir que de 10 suelto. Tengo la ventaja que me he ubicado en las otras posiciones y no tengo problemas en hacerlo”.
¿Cuáles son las principales diferencias con Jaime Valdés?
Con Valdés somos jugadores diferentes. Tenemos estilos de juego distinto.
Jugó unos minutos ante Mineiro acá y un tiempo completo en la derrota en Brasil. ¿Se siente más acoplado con el equipo?
Ciento por ciento. Me han servido mucho los partidos en los que he podido entrar a la cancha (11 en total y 5 como titular). Me he venido sintiendo muy bien, ya más adaptado a mis compañeros.
En seis de los once que ha jugado, ingresó desde la banca. ¿Le ha servido para entrar más claro a la cancha?
Claro, de afuera uno se imagina algunas jugadas. Pienso que puedo atacar por este lado, que ellos están dando ventajas por este otro sector. Uno analiza todo esto. Parte fundamental de los que estamos en el banco es estar leyendo el partido.
Desde 2007, Colo Colo no logra sortear la fase de grupos, ¿esta es la opción de avanzar?
Sí. Me he dado cuenta de lo que le cobran a Colo Colo por los últimos años. Esta vez vamos por el camino correcto. Se han sumado puntos importantes. El punto con Mineiro fue valioso, un equipo grande que te sabe jugar. Fue un partido de inteligencia.
¿No teme que la seguidilla de partidos les pase la cuenta? Zaldivia y Valdés han mostrado problemas físicos…
La seguidilla de partidos te va comiendo físicamente, los viajes también suman. Esperemos que el equipo esté lo más fuerte posible. Tenemos un buen grupo y un mejor recambio.
¿Con quiénes se siente particularmente cómodo en la cancha?
Con todos. Simplemente necesitaba aprender a conocer a los compañeros, cuál es su mejor virtud para saberla aprovecharla. Con (Martín) Tonso y (Juan) Delgado por fuera tenemos velocidad, (Esteban) Paredes solo habla dentro de la cancha, es un tanque, es nuestro desahogo, te la aguanta, te puede filtrar un balón. Todos son clave.
¿Sierra te ha pedido algo especial cuando ingresas a la cancha?
Me pide que lo que hacemos en los entrenos lo coloquemos en los partidos. Mostrar confianza, marcar esa diferencia en los últimos cuartos de cancha, en un pase, una habilitación. Sierra te da la confianza de hacer lo que uno sabe hacer para colocar tus mejores habilidades y virtudes dentro de la cancha.
¿Sueles ver fútbol?
Ni mucho ni poco. Cuando hay partidos importantes, me gusta verlos. Me encanta ver jugar a los equipos grandes de Europa. Suelo ver a Boca, River, sigo mucho el fútbol de mi país, al Barcelona, al Real Madrid.
¿En algún jugador de esas ligas se ve reflejado?
Admiro mucho el fútbol de Cristiano Ronaldo y de Neymar. Son jugadores diferentes y siempre da placer verlos jugar.
¿Y de su país?
A varios. En este momento hay uno en (Atlético) Nacional, Marlos Moreno. Me encanta el fútbol de (Mauricio) “Mao” Molina, ahora que volvió de Corea después de siete años. A Mayer Candelo también. Tuve la posibilidad de jugar junto a él en Millonarios. Son jugadores que te salen siempre con cualquier cosa.
Candelo jugó en Chile, en la U…
Claro, allí jugó con (Luis Pedro) Figueroa.
¿Le ha comentado algo sobre los superclásicos?
No he podido hablar con él, pero ya tendremos la posibilidad de hacerlo. En cualquier país un clásico es una final independiente de la situación de los equipos. Todos lo quieren ganar, ¡qué más lindo que esa motivación!
¿Recomendaría el futbol asiático?
Sin duda. Es un fútbol no muy visto, pero es bastante competitivo. La selección de Corea del Sur está llena de jugadores que te dan pelea, que corren y meten todo el partido, no es una selección fácil. Son muy potentes y físicamente, muy bien preparados
Usted ha tenido pasos por el fútbol de Brasil, también argentino. ¿Cómo lo contrastaría con el coreano?
De todas las partes en las que he estado, siempre he aprendido algo. Siempre trato de sacar lo mejor de cada fútbol. Cada experiencia ha sido muy buena.
¿Qué le puede dejar el fútbol chileno?
La forma de jugar. Colo Colo es un equipo al que le gusta tener la pelota, jugar bien al fútbol, tratarla bien, siempre a ras de piso. Acá se sienten las ganas de ganarlo todo.
En Sudamérica, las barras son un fenómeno social que ha invadido el fútbol. En su entorno se ve mucha violencia, a ratos, ¿qué tan importante es para usted que la gente siga acudiendo en masa a los estadios?, ¿le influye?, ¿se motiva con recintos llenos?
El fútbol es esa fiesta que el hincha hace, es esa adrenalina que ellos te inyectan antes de salir a la cancha. Cuando uno los escucha en el camerino, te motivas, te hace sentir importante, y te inyecta esa responsabilidad para responderles. Lo más lindo del fútbol es esa fiesta, lo que el hincha organiza. Llegar a un estadio, no ver gente y no escuchar esa bulla y aliento obviamente no es lo mismo, no tenés la misma motivación. Eso como jugador te afecta muchísimo, también afecta al fútbol. El fútbol siempre tendría que tener esa gran fiesta que los hinchas saben hacer.