Colo Co (?)
El desplome del equipo de Sierra en las últimas cuatro fechas, que hipotecó seriamente su opción al título, está directamente relacionado con la conformación del plantel y los jugadores determinantes con que cuenta. Que Esteban Paredes y Jaime Valdés hayan sido suplentes en el primer tiempo ante O’Higgins porque llegaron tocados de Arequipa y fueron reservados para el partido del jueves ante Independiente del Valle por la Copa Libertadores revela que a Colo Colo no le sobra nada y su dependencia de ciertos jugadores es evidente.
Este domingo el Cacique fue un equipo incompleto. Y no se trata de sacarle mérito a los celestes que jugaron un partido redondo y tienen en Jorge Carranza a uno de los mejores arqueros del campeonato sino que deja de manifiesto que el cuadro popular viene en caída libre desde su derrota ante San Marcos de Arica en la novena fecha. Ganar dos puntos sobre 12 posibles para un equipo que pretende ser campeón es una cosecha paupérrima.
Cierto es que con los ingresos de Paredes y Valdés Colo Colo no pudo dar vuelta el partido en Rancagua e incluso sufrió un tercer gol en contra. Pero hay que convenir que los partidos tienen momentos y si las tres ocasiones de gol con que contaron los
albos en la etapa inicial hubiesen estado en los pies de ambos probablemente alguna era gol. Un zurdazo ancho de Juan Delgado, un achique de Carranza ante el propio Degado y un tapadón del arquero rancagüino ante un remate rasante de Esteban Pavez sellaron la suerte del Cacique. ¿Hubiera sido igual si el Pájaro quedaba frontal a siete metros del arco? ¿O si el mano a mano del meta celeste era con Paredes?
El equipo de Sierra tiene pocos argumentos para llegar al gol. Depende de Paredes o un zapatazo de Valdés. Beausejor también es clave, pero su sociedad con Delgado, Vilches o Rodríguez no es igual a la que arma con Visogol. Las estadísticas no mienten: Colo Colo ha convertido un gol en sus últimos cuatro partidos del torneo local. Lamentablemente para los albos, los hechos demuestran que no están en condiciones de enfrentar con la misma competitividad el torneo nacional y la Copa Libertadores. Si en algún momento el cuadro popular se las arregló para liderar el Clausura y jugar la Copa, con el correr de las semanas el panorama se complicó. Y el declive tuvo que ver con la ausencia de Villar y las intermitencias forzadas de piezas clave como los citados Paredes y Valdés.
Aunque para el balance definitivo habrá que esperar que concluya el semestre, la evaluación de los refuerzos del Cacique es extremadamente dispar. Saldivia ha sido útil, pero Tonso y Reina no han satisfecho las expectativas, en especial el colombiano quien después de cuatro partidos como titular pasó directo a la suplencia. Si Colo Colo aspiraba al bicampeonato y hacer una campaña aceptable en la Libertadores tendría que haber contratado mejor. En un ítem decisivo quedó al debe.
En Católica un factor clave ha sido la repatriación de Nicolás Castillo, hoy máximo artillero del campeonato con 11 goles. Vaya contraste. Entre los 12 principales goleadores de primera división no figura ningún jugador de Colo Colo. El dato es revelador porque desnuda que la solidez del equipo de Sierra se estructura en su última línea y el equilibrio que le dan Pavez y Baeza. El problema, de ahí hacia adelante, es que el equipo adolece de variantes ofensivas. Si Beausejour, Valdés y Paredes no actúan juntos o no están prendidos, las soluciones no llegan desde el banco u otras zonas del campo. Delgado, Vilches, Tonso, Rodríguez y Figueroa no han sido determinantes. Y el equipo lo está pagando caro.
Las matemáticas aún tienen en carrera a Colo Colo en el Clausura, pero futbolísticamente el Cacique se ha ido poco a poco bajando del tren. Ya no depende de sí mismo. La redención, sin embargo, podría venir en la Libertadores donde este jueves afronta un choque decisivo. Después de casi una década, los hinchas colocolinos esperan con ansias una clasificación a octavos de final y el objetivo no es un despropósito en función de rival.
El equipo de Sierra se juega la vida. Un triunfo le otorga el boleto a la ronda de los 16 mejores y, de paso, un gran envión para seguir luchando por el título del Clausura. Una eliminación, en cambio, sería el peor de los mundos porque dejaría el ánimo por los suelos y, difícilmente, el equipo alcanzaría a reponerse para afrontar con energía los últimos tres partidos de la liga local. Este jueves Colo Colo se juega el semestre. Y Ojalá, por el bien del fútbol chileno, Villar, Beausejour, Valdés y Paredes hagan lo que tienen que hacer.