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ENTREVISTA

La historia de Tomás Lanzini y su encuentro con Lionel Messi

El volante de Ñublense desclasificó su reunión con el 10 del Barcelona, su particular relación con su hermano Manuel y analizó su carrera, marcada por graves lesiones.

Actualizado a
Tomás Lanzini celebrando ante Barnechea el primer gol tras su vuelta a las cancha luego de una lesión de rodilla.

“Estuve diez minutos sin poder decirle nada. La verdad, no sabía cómo empezar la conversación”, parte diciendo Tomás Lanzini (24) a AS Chile recordando el día en que conoció a Lionel Messi. El jugador que en la última temporada fue parte del plantel de Ñublense, hace cinco años que realiza su carrera como futbolista en Chile. El nacido en San Antonio de Padua, ha tenido momentos dispares en el país producto de las lesiones que lo han azotado con regularidad en el último tiempo.

Roturas de ligamentos y una fractura de rótula han alejado a “Tomi” de la alta competencia. En la recuperación de una de ellas, en Londres y en una visita a su hermano Manuel, actual jugador de West Ham, cumplió el sueño de conocer al “10” del Barcelona.

-¿Cómo pudo conocerlo?

Leo es fanático de la Premier, se dio todo para estar con él. Yo me volvía a Buenos Aires pero Manu me dijo que se juntaría con él, porque Leo quería conocer a mi hermano porque la estaba rompiendo en su equipo. Me dijo que me quedase, cambió el pasaje, y me quedé medio mes más. Fue impresionante.

-¿Y cómo describiría a Messi?

Él es distinto, es una persona muy humilde, sumisa, es como que estés hablando con un familiar. Leo es uno de mis ídolos por todo lo que representa, como jugador y como persona, al igual que Pablito Aimar e Iniesta, que son jugadores que miro mucho para poder aprender de ellos. Tengo la mejor impresión de él en todos los aspectos.


LA RELACIÓN CON SU HERMANO

Tomás es un año mayor que Manuel, que ha tenido una gran temporada en los ‘Hammers’. ‘Tomi’, desde pequeño que comparte la misma pasión que el ex River.

“Mi papá jugó en el ascenso, desde siempre que hemos tenido una pelota como único juguete. Mi madre también nos apoyó siempre, nos acompañaba a la escuela de fútbol. Tengo los mejores recuerdos de mi infancia con él y mi familia. Compartí amigos, y sobre todo muchos balones”, rememora.

“Es mi mejor amigo, somos muy cercanos. Es una gran persona, y verlo hoy triunfar es lo que se merece”, dice.

-¿Lo han comparado con él en alguna ocasión?

Muchas veces, la gente me pregunta si me molesta eso pero al contrario, es un orgullo para mí que Manu triunfe. Jugamos en posiciones parecidas, él es mucho más rápido y tiene mucha más técnica que yo. Además, está en un nivel fenomenal. Aunque, debe quedar clara una cosa; si jugamos uno contra uno no me pasa jajajá.

Su hermano, dejó el equipo millonario y sin consolidarse, partió a Brasil, para luego volver al club del cual es hincha para ser campeón y figura en el equipo de Ramón Díaz. Tras ello, partió a Emiratos Árabes.

“Sabía que no quería ir a Brasil, pero ir le hizo muy bien. Creció muchísimo como persona. Me sorprendió que fuera a Emiratos, pero tenía claro que duraría poco allí. En el momento que se fue de River por segunda vez, tenía la presión de los dirigentes para irse, ya que el equipo (Al Jazira) fue el único que ofreció el dinero que se pedía”, explica.

La lesión ante Iberia en octubre del año pasado, provocó que el mayor de los Lanzini viajara a Inglaterra –donde conoció a Messi- para visitar a su hermano, además de aprovechar para continuar con su recuperación.

“Fue una experiencia tremenda, porque además de verlo a él, pude encontrarme con jugadores como Alex Song y Dimitri Payet, que uno los ve en la tele y parecen dioses. Pero en su vida social son sensacionales. Además conocer las instalaciones de West Ham y ver como entrenan fue genial. Los ingleses tienen una mentalidad avanzada. No tienen prejuicios, fue fantástico”, señala.

-En ese viaje, su hermano lo tatuó…

Jajajajá, sí. Esa historia es larga. Nos hicimos un tatuaje y él comenzó a decirme “Tomi, no tenés nada mío. Dejame hacerte algo”, porque él tiene en su brazo tatuado mi nombre, y dibujó su firma en mi pie. La verdad es que pensé que saldría cualquier cosa pero lo hizo bastante bien jajajá.

SU CARRERA Y PRESENTE EN CHILE

Su primer desafío en Chile fue en Unión San Felipe, pero hace cuatro años que defiende a Ñublense. “Ha sido un periodo de buenas y malas. Aquí he crecido mucho como persona. El fútbol chileno ha ido evolucionando durante el tiempo y eso tiene que ver con el momento de la selección. Ha provocado que vengan buenos jugadores. Es un fútbol muy lindo y ofensivo”, indica.

-¿Se considera referente en el plantel actual de Ñublense por todo lo que ha vivido en el club?

Sí, porque creo ser el que más tiempo lleva dentro del actual plantel. Conozco a la gente del club, los dirigentes, me han tratado muy bien, me dan cariño. Voy a cualquier lado y la gente me saluda. La verdad es que todo es y ha sido muy lindo.

-Usted está próximo a cumplir 25 años y ha tenido que afrontar tres graves lesiones en el último tiempo. ¿Cómo lo afectó cada lesión?

Han sido momentos difíciles. Uno lo que más quiere es estar dentro de la cancha, y hacer lo que más le gusta. Pero las tomo como un aprendizaje, a esta altura valoro mucho más el día el día, los esfuerzos que se hacen por volver. A medida que ha pasado el tiempo, me ha permitido lograr muchas cosas, crecer como persona es una de ellas. Pienso tener doce años más de carrera en primera.

-Tras lesionarse en 2014 por primera vez de ligamentos, pasaron seis meses para que volviera pisar una cancha. Fue ante Barnechea, partido en el que entró, marcó un gol y fue expulsado. ¿Cómo recuerda esa particular vuelta?

Ese día fue de locos. Fueron muchas emociones, debajo de mi camiseta tenía otra con una foto de mi familia, que estuvo siempre ahí. Recuerdo que cuando hice el gol, me saqué la camiseta y no me acordaba que me habían amonestado. El ‘Nano’ (Fernando Díaz) es medio enojón, ni celebró el gol porque me habían expulsado jajajá. Por suerte ganamos, sino me mataban. Fue en el momento esa celebración. Fue un desahogo grande por todo, había hecho muchas cosas por volver a jugar. Y por el equipo también, ya que vivíamos una situación complicada con el descenso.

-Ya estando en Primera B, nuevamente sufrió una lesión de rodilla, ante Iberia. ¿Qué sensaciones le produjo aquello? ¿Sintió miedo por la situación vivida anteriormente?

No sentí miedo, pero sí sentí mucha bronca y angustia. Hice mi desahogo en Argentina y Londres. Solamente uno sabe las sensaciones que tuvo en el tiempo, lo que cuesta, todo lo que significa estar dentro de un gimnasio día tras día, sin poder tocar una pelota.

-Estuvo por Inglaterra en el tiempo de recuperación de esa lesión, y volvió para reintegrarse al plantel de su equipo pero en una práctica, resbaló, y se fracturó la rótula…

Sí, pero esta ha sido más suave que las otras lesiones, ha ido evolucionando de gran manera. El plantel quedó golpeado cuando pasó, porque fue un semestre complicado para el club. Me golpeó porque estaba cerca de volver. No quiero que le pase ni a mi peor enemigo, pero ya estoy pensando en la vuelta. Nada me interrumpirá para conseguir mi sueño, que es jugar al fútbol.

-¿Siente que todos estos hechos lo han estancado en su carrera?

No, porque he tenido oportunidades de salir, y una vez que vuelva a jugar van a aparecer nuevamente. Lo importante es que no tengo miedo de volver a jugar.

-¿Cuáles son los objetivos que tiene?

Quiero volver a jugar al fútbol. Me quiero recuperar bien, para no tener más problemas. Estamos en conversaciones con Ñublense. Acá me han tratado increíble y estaré siempre agradecido, pero tiene que haber un proyecto en común. Hay que posicionar a Ñublense en el lugar que se merece.