Las 5 razones por las que Chile no puede perder en la Copa
La Roja siempre ha sido superior a los altiplánicos y, con esta generación de futbolistas, debería serlo aún más. Algunos porqués del favoritismo nacional.
En la antesala del partido, la selección chilena es ampliamente superior a Bolivia. La escuadra que dirige Juan Antonio Pizzi no debería tener dificultades para superar al elenco altiplánico, por la segunda fecha del Grupo D de la Copa América Centenario. Al margen, por cierto, de las complejidades futbolísticas en las que esté inserta la Roja en la actualidad. ¿Cuáles son aquellos aspectos por los que Chile no puede perder este viernes, en Boston?
Jerarquía individual
La comparación entre ambos planteles no admite paragón. De los 11 titulares de la Roja ante Argentina, solo Gonzalo Jara actúa en el fútbol local y el resto se desempeña en el extranjero. De los foráneos, Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Claudio Bravo integran las filas de tres equipos de punta en el concierto mundial (Arsenal, Bayern Munich y Barcelona). Los otros futbolistas nacionales también juegan en el "viejo continente". Esto le otorga a Chile un ritmo competitivo muy distinto al de Bolivia, escuadra integrada mayoritariamente por futbolistas de la liga altiplánica.
Vigencia de una idea triunfadora
La Roja obtuvo la Copa América pasada con un modelo de juego centrado en el ataque permanente, con una elaboración en la mitad de la cancha más acabada y recuperación del balón mediante la conformación de un bloque defensivo compacto en distintos sectores de la cancha. Pizzi, según lo ha señalado, pretende mantener los conceptos estructurales de la idea y brindar algunos retoques, como podría ser la ausencia de un volante creativo neto (Jorge Valdivia) por un tercer delantero. Aún no hay certeza de que este concepto de juego esté aproximándose al final del ciclo. Frente a uno de los colistas de las Eliminatorias, como Bolivia, debería imponerse sin ninguna dificultad. Mientras una continuidad de resultados desfavorables no lo indique, no hay una prueba cabal aún de la extinción del proceso.
Interacciones significativas de larga data
En el fondo es como decir coloquialmente que los chilenos se conocen de memoria. La base de la oncena actúa en conjunto desde hace un buen tiempo. Enfrentar colectivamente distintos problemas en diferentes escenarios y haber encontrado las soluciones adecuadas, a partir de las interacciones desarrolladas, genera un repertorio vivencial muy poderoso. Ejemplo: parecía que la dupla entre Gary Medel y Gonzalo Jara tendía a la desintegración por el bajo nivel de este último. Sin embargo, ambos poseen tantos partidos en el cuerpo, como binomio, que la recuperación futbolística de Jara ocurrió rápidamente, porque la sincronía es total con Gary. Así ocurre en el mediocampo y en el ataque, lo que acrecienta las chances de un triunfo este viernes.
Último "ensayo y error" ante Argentina
Luego de los amistosos perdidos ante Jamaica y México, en todo momentos se mencionó que era mejor que aconteciera todo en la etapa previa que en la Copa América Centenario misma. No obstante, las inconexiones volvieron a suceder en un duelo oficial y ya por los puntos, contra Argentina. La autocrítica en varios futbolistas y en Pizzi fue importante. Por lo mismo, que no se haya obrado en pos de la corrección, a estas alturas sería totalmente "tirado de las mechas" y rayano en la memez. Hay pruebas fehacientes de que el plantel muy pocas veces se conduce en tales términos. Contra Bolivia debería ser otra constatación de la madurez futbolística divulgada a los cuatro vientos en la Roja.
El peso de las estadísticas
Así como Argentina nos "saca la mugre" en el historial de enfrentamientos entre las Albiceleste y Chile, así también la Roja hace lo propio en el catastro de duelos contra Bolivia. Por partidos oficiales, la escuadra nacional ha jugado en 39 ocasiones frente a los altiplánicos. ¿Resultado? 28 victorias para Chile, solo siete empates y apenas cuatro derrotas. Las cifras son el reflejo de una tradicional superioridad futbolística. Entonces, la Roja siempre ha sido más que el cuadro boliviano y este encuentro, en el contexto de una de la mejores generaciones de fútbolistas chilenos en toda la historia, debería ser favorable para el equipo de Juan Antonio Pizzi.