Pékerman: de taxista a la élite del fútbol sudamericano
Antes de ser convertirse en uno de los técnicos más respetados del continente, Pekérman fue taxista durante cuatro años en las calles de Buenos Aires.
Cuando en 1978 una lesión acabó con su carrera futbolística a los 28 años, José Néstor Pékerman, actual técnico de la selección colombiana, no pensaba que su vida daría un giro tan radical. Entre 1978 y 1981 fue taxista. Cada día se subía a un Renault 12 –que le prestó su hermano Tito- y recorría las calles de Buenos Aires, mientras buscaba la respuesta a la gran pregunta que ronda a todos los que alguna vez jugaron al fútbol: que se hace cuando te jubilas tan joven.
"Era como un pasaporte para realizar mi actividad. Mientras manejaba el taxi hacía proyectos”, decía Pékerman hace algunos años sobre esa época en la que vivió como un futbolista en duelo el título Mundial de Argentina de 1978, y comenzó a armar su gran plan: buscar, formar y entrenar jugadores. En un país donde él éxito siempre había estado asociado a encontrar estrellas, él pensaba en equipos perfectos.
Su gran oportunidad llegaría recién a comienzo de 1981. “El presidente de Argentinos Juniors me propuso que me hiciera cargo de toda la estructura de capacitación y formación de jugadores”, recuerda Pékerman. Él, enamorado de la Naranja Mecánica y el Ajax no dudó: veía en ese lugar la oportunidad en cambiar la histórica rigidez táctica trasandina desde la base. Dejó el taxi.
“Fue el comienzo de una gran época en la cantera de Argentinos: cuando surgieron Batista, Redondo, Cambiasso, Riquelme…jugadores de Selección”, dice Pekerman. Y fue también su despegue definitivo. En 1994 pasó a ser el entrenador de las juveniles de Argentina donde ganaría tres títulos mundiales, y en 2004 se hizo cargo del seleccionado mayor donde se mantuvo hasta después del Mundial del 2006.
A partir de ahí, Pékerman, que se había ganado un nombre como formador y captador de talentos, también lo hizo como entrenador de elite. Un rótulo que iría puliendo después en Toluca y Tigres, pero que sólo en Colombia alcanzó su máxima expresión. Desde 2012 ha liderado una generación brillante de futbolistas que alcanzó los cuartos de final en Brasil 2014, pero que ahora ve en la Copa América Centenario la oportunidad de oro de ganar su primer título. Pékerman también.
