Griezmann: de marginado por indisciplina a ídolo de Francia
Estuvo todo 2013 sin poder ser convocado por irse de juerga con la Sub-21 francesa antes de un partido clave. Aquello le hizo madurar y aprender.
La relación de Griezmann con la selección francesa no ha sido sencilla. Ahora que todo el país le aclama y le considera ídolo nacional es cuando conviene recordar el capítulo más tortuoso que vivió siendo internacional. Se produjo a finales de 2012 y seguramente nada de lo actual tendría sentido sin aquel episodio.
La selección Sub-21 que él integraba estaba en plena eliminatoria de clasificación para la Eurocopa de la categoría del año siguiente. Los franceses jugaban un partido de vuelta en Noruega, después de haber ganado por la mínima (1-0) el de ida en casa.
Pese a la importancia del choque, Griezmann y cuatro compañeros más de selección (Ben Yedder, Mavinga, Niang y M’Vila) hicieron 200 kilómetros desde Le Havre hasta París para salir de juerga. Fueron cazados de madrugada y en una conocida discoteca parisina. Por ello, el seleccionador Sub-21 decidió apartar a los cinco del equipo.
El técnico de la absoluta, el mismo que ahora, Didier Deschamps, fue especialmente duro y dijo que “no eran merecedores de vestir la camiseta bleu”. Para más inri, el conjunto galo perdió en Noruega (5-3) y se quedó sorprendentemente fuera de la Euro Sub-21.
La FFF tomó una dura medida con el entonces jugador de la Real Sociedad. A Griezmann se le castigó durante un año sin ir a la selección y se le impidió ser convocado hasta el 1 de enero de 2014. De esta forma se retrasó un debut con la absoluta que ya merecía por sus buenas actuaciones en la Real. De hecho, estuvo a punto de quedarse fuera del Mundial de Brasil, pero Deschamps reconoció sus méritos y le hizo un hueco. Dicen que aquel año al margen sirvió a Griezmann para darse cuenta de lo verdaderamente importante: el fútbol, su selección, su país. Eso mismo que ahora le hace ídolo en toda Francia.