"Lorenzo dijo que se había roto, pero felizmente se equivocó"

Estaba aliviado el doctor Xavier Mir al comprobar que, por una vez, el piloto se equivocaba en el diagnóstico, porque según él mismo cuenta, "suelen acertar casi siempre". Jorge Lorenzo llegó a la clínica del circuito dolorido tras su contundente caída en la curva 11 durante el FP1 de Sachsenring, adelantando entre gritos una fractura que arruinaría su gran premio y parte de sus opciones de título. Sin embargo, y por fortuna, las radiografías descartaron tal extremo y todo quedó en "una contusión en el último metacarpiano de la mano izquierda (dedo meñique) y un leve esguince en el tobillo derecho", según Mir.

El galeno ha contado a AS que "Lorenzo no paraba de repetir que se había roto, pero felizmente se ha equivocado y eso es algo raro porque los pilotos suelen acertar casi siempre. Ahora permanece en crioterapia, que es la aplicación de frío, y se recuperará".

La clínica del circuito alemán no le es desconocida al pentacampeón. Fue en ella en la que se confirmó en 2013 que se había vuelto a romper la clavícula que se había fracturado un par de semanas antes en Assen. Aquella había sido la reaparición más asombrosa de la era MotoGP, y casi de toda la historia, al volver a la pista sólo 35 horas después de ser intervenido en Barcelona, y logrando un quinto puesto. Sin embargo, el varapalo de Sachsenring le supuso perderse el resto del gran premio y regresar muy resentido a la siguiente cita, en Laguna Seca. Ahora, puede ser más perjudicial la pérdida de confianza que las consecuencias físicas, precisamente en una de sus pistas malditas a nivel de resultados, en la que nunca ha ganado.