La imagen televisiva impactó el domingo pasado. Para los que estaban en el Estadio Lucio Fariña, en el duelo entre San Luis y La Calera, la impresión fue mayor. En un choque accidental con Daniel Vicencio, tras un tiro libre, el arquero cementero Ignacio Lovera sufrió un fuerte golpe en la cabeza. Cayó desvanecido y tuvieron que sacarlo en ambulancia con un cánula de mayo en la boca para poder respirar.
El argentino, de 24 años y quien llegó desde Colón de Santa Fe, estuvo un día hospitalizado, en Viña del Mar, con un diagnóstico de TEC cerrado. Recién el lunes fue dado del alta y lentamente se reestablece del chocante episodio vivido
"La recuperación va bien. Por ahí tengo dolores de cabeza, mareos, pero dentro de todo va bien, rápido. Los médicos dicen que es normal eso. Por el tipo de golpe, es normal que la semana después tenga algunos inconvenientes. Obviamente que si siguen siendo frecuentes, sería un problema. Por el momento, voy evolucionando bien", cuenta Lovera a AS Chile.
-¿De entrenar ninguna posibilidad todavía? -No, los médicos me dieron una semana de reposo, sin actividad física. Tendré que esperar hasta el fin de semana o sino el lunes de la próxima semana.
-¿Tiene algún recuerdo de la jugada o se le borraron todas las imágenes? -No recuerdo el momento en particular. Desperté llegando al hospital y ahí empecé a acordarme un poco de las cosas. Solo tengo recuerdos de la jugada anterior al tiro libre. Cuando desperté me sentía medio raro, como que no entendía dónde estaba. Me vi todo vestido encima de la camilla, con la ropa de arquero, y no entendía. Estuve hasta el otro día así. Lo primero que hice fue preguntar cómo habíamos salido. Si había sido error mío la jugada o no, porque no tenía idea cómo había sido.
-¿Vio después la jugada por televisión? -Sí, en la noche, cuando ya estaba en el IST, en Viña del Mar. Tenía televisión y pude verla. También gente amiga me mandaba videos. Me da la impresión de que me concentré mucho en mirar la pelota y salí muy desprotegido. Si hubiese visto que venía alguien, a lo mejor habría salido con otra predisposición para chocar. Si me hubiese quedado en el arco, no pasaba nada. Pero si el arquero sale, ya está jugado.
-¿Lo impacto ver cómo queda inconsciente y luego cae? -Sí, fue muy fuerte el golpe. Además desplomarse así… Mis compañeros me decían que estaban muy asustados, porque veían que no respondía y como que convulsionaba y se me iba la lengua para atrás, según me contaron. Los chicos estaban re asustados, la verdad.
-¿Su familia habrá pasado un gran susto también? -Mis padres y mi novia justo llegaron el martes a Chile. Venían viajando para acá en auto, así que no tenían ni idea, no estaban enterados de nada. En el horario del partido venían en viaje. Apenas pasó esto, en el hospital le dije al médico si podía avisarles para que se quedaran tranquilos. Si lo hubieran visto por televisión, se habrían preocupado mucho más. Lo bueno es que llegaron en un momento justo para acompañarme, porque tengo que estar en reposo.
-¿Había vivido una situación parecida en su carrera? -No, es la primera vez que me pasa. Bueno, en algún momento me tenía que pasar. Todos los arqueros viven situaciones de esta naturaleza, uno siempre está más expuesto. No hallo la hora de estar entrenando de nuevo y de estar con mis compañeros. La idea es recuperarme lo antes posible. Quiero entrenar de cara al torneo que va a arrancar.
-Los médicos deben decirle que no se vaya a apurar. -Sí, me dicen que tengo que esperar, que debo estar tranquilo, que con el correr de los días me voy a sentir mejor. Así voy a poder entrenar con normalidad. El tema de no entrenar ahora es por precaución. Si llegara a recibir otro golpe, podría ser peor y puede haber secuelas. Hay que actuar con precaución, debo estar tranquilo nomás.
-¿Gente de San Luis se contactó con usted para saber cómo estaba? -Sí, Vicencio me habló, se contactó conmigo. También Johan (Fuentes) y un gerente del club. Le dije a Vicencio que se quede tranquilo, que fue una jugada como cualquier otra. Solamente tuve la mala fortuna de que chocamos, pero no hubo mala intención. Se nota que no hubo deseos de causar daño. Fue una acción del partido y lamentablemente pasó esto.