El color y la emoción estuvo a cargo de las estrellas de la NBA
El esperado debut del Dream Team se tomó el protagonismo de los Juegos Olímpicos. Kevin Durant y Carmelo Anthony deleitaron a los asistentes.
Fue una fiesta de principio a fin. Los gritos y cánticos aparecían cada vez que una super estrella deleitaba con una acrobacia o, simplemente, con una vistosa jugada. El Dream Team apareció en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y se robó todo el protagonismo.
Sin exigirse, apabulló a China por 119-62. Y como era de esperar, el marcador resultó ser una anécdota. Y así lo asumieron los miles de fanáticos que llegaron hasta el Arena Carioca 1, que no pararon de alentar en todo momento.
Kevin Durant, sin duda, fue la estrella de la noche. Los aplausos y gritos se multiplicaban cada vez que anotaba. Sus 36 puntos (el goleador de la jornada) en 22 minutos denotan que no tuvo barrera alguna para frenar en algo su juego. Mejor aún, tras el duelo respondió, con impresionante humildad, todas las respuestas que la prensa le realizó en zona mixta.
“Vamos mejorando en cada juego. Cada vez estamos mejor como equipo, pero esta es una competencia larga”, dijo.
La algarabía se repitió en cada instante. Hasta la famosa “ola”, inventada en México ’86, entró en escena en varios pasajes del partido, dando cuenta de la escasa atención que despertó el juego.
China, por otro lado, mostró poco y nada en la cancha. Pero sí una amplia euforia en sus hinchas, que más de algunas vez monopolizaron los gritos para apoyar a sus seleccionados. Incluso el público local se volcó, por momentos, en favor del más débil para intensificar el apoyo moral.
El final fue de lujo. El Dream Team se reunión en el centro de la cancha, los jugadores se estrecharon en un fuerte abrazo y despidieron a sus rivales. De paso, alzaron los brazos para agradecer a los fanáticos que repletaron el recinto y regalaron sonrisas que, como era de esperar, fueron celebradas como un verdadero regalo por los asistentes.