ADN RadioConcierto Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Palermo, el minimalista

Actualizado a

Unión Española encabeza la tabla de posiciones en el Torneo de Apertura, junto a Deportes Iquique. En rigor, los nortinos son los únicos punteros. Con seis puntos, gracias a dos partidos ganados, sacan leve ventaja frente a los hispanos, debido a su mayor cantidad de goles convertidos.

Aunque queda una vida entera todavía en el campeonato, es grande el mérito del cuadro que dirige Jaime Vera, en la Primera Región. Tanto como del plantel que comanda Martín Palermo, en Santa Laura. Ya algo habían insinuado los rojos en la pretemporada, con buenos triunfos en amistosos ante Cerro Porteño, de Paraguay, y Colo Colo, en el Monumental. 

Los hispanos no son un cuadro con luminosidad. El valor de su propuesta futbolística radica en la sencillez del estilo. Adjetivos como "conmovedor" y/o "desmedido" no están en el discurso del ex campeón de la Copa Libertadores. Al contrario, lo suyo es "que siempre el equipo esté ordenado" y "no perder nunca la tranquilidad y confianza en la idea de juego". Así lo dejó en claro, luego de golear a Universidad de Concepción, en Santa Laura.

Palermo emplea un sistema de juego 1-4-3-1-2. Su organización de juego (tareas y funciones de los jugadores) no es para nada rebuscada. La línea defensiva se desarma muy poco y actúa principalmente desde la mitad de cancha hacia atrás, con los laterales desdoblándose en forma alternada y esporádica.

En el mediocampo, la línea de tres volantes también es muy poco destructible. Así conforma, con los cuatro defensores, un bloque de siete hombres como gran estructura defensiva. Del trío, los que tienen obligaciones ofensivas son los que actúan por los costados (Dagoberto Currimilla y César Pinares ante El Campanil). Uno de ellos se involucra en la construcción, junto el "10" Juan Gabriel Rivas. El otro acompaña por el lado ciego de la jugada para aparecer destapado e intentar definir.

Arriba está lo mejor del equipo, pese a ser un conjunto que se estructura de atrás para adelante, con la seguridad defensiva como leit motiv. La dupla de Carlos Salom y Diego Churín encaja plenamente en la requisitoria de la propuesta futbolística. Con todo el ancho de la cancha para ellos, los argentinos son movedizos (uno crea espacio y el otro lo ocupa), salen y vuelven a entrar e interactúan con asistencias mutuas trascendentales en el área penal.

Sin balón, el equipo se reagrupa en su sector y la presión se intensifica en la medida que la pelota se aproxima hacia su área. Desde adelante hacia atrás, su organización es piramidal: un delantero, el volante ofensivo junto a un atacante que desciende a alinearse con él, el tridente de mediocampistas y los últimos cuatro del fondo. Así fue contra Colo Colo en la fecha uno y les dio gran resultado.

Con el balón en su poder, alternan entre el contraataque y la elaboración ofensiva acotada. Es decir, salen rápido para sorprender, con dos o tres pases o un balonazo largo a los dos de arriba. Y si optan por la secuencia de pases, esta no es extensa y procura terminar pronto en la conexión con el dúo de arietes.

En tiempos de tanta sofisticación en torno al fútbol, Palermo posee el mérito, hasta ahora, de alcanzar máxima eficacia con una propuesta sencilla, adusta y sin imposturas de complejidad. Bienvenido el minimalismo del otrora súper artillero de Boca Juniors.