Cancha de Mierda
Las declaraciones de Gonzalo Jara sobre la cancha del estadio Lucio Fariña tienen en llamas a los quillotanos. Probablemente los mismos que celebraron su avivada con Cavani en la Copa América de Chile y sus anticipos a Chicharito, James o Higuaín en Estados Unidos hoy lo están maldiciendo y no lo quieren ver ni en pintura.
Jara puede creer que la cancha de Quillota es una mierda, pero debió pensarlo dos veces antes de decirlo. Por varias razones. Primero por respeto a los ciudadanos que se benefician de ese recinto para sus actividades deportivas, segundo por una mínima deferencia a los jugadores de San Luis, tercero para ahorrarse un mal rato en su visita de este fin de semana y, por último, para evitar el bulling de quienes aprovecharon de recordarle que la U no tiene estadio.
La expresión del zaguero, además de desafortunada, obedece al complejo momento azul. Si el equipo fuese puntero, Jara, de seguro, se habría guardado el comentario. Pero en la U, y especialmente en los jugadores que vienen con Beccacece desde semestre anterior, la presión es muy grande.
Un futbolista como Jara, con 30 años y más de 90 partidos en la Roja, no necesita caer en este tipo de descalificaciones. No se va a ganar a la hinchada de la U por ningunear la cancha de Quillota ni pegarle al orgullo de una ciudad pujante. Su identificación con la enseña azul se demostró al desechar la oferta de Boca Juniors y permanecer en el CDA. Esos son los gestos que cuentan.
Capítulo aparte en esta historia es la pertinencia de que un estupendo estadio como el Lucio Fariña, ubicado en la zona central del Chile, tenga una cancha sintética. Qué duda cabe que es un error. Idéntico al del Estadio Bicentenario de La Florida. Porque uno puede entender que en Chinquihue o Alto Hospicio se juegue en pasto artificial, pero no en Quillota o Santiago.
Si San Luis se precia de un club serio y con gestión debería programar en el corto plazo un cambio de superficie y compensar la eventual pérdida de este espacio público con un proyecto paralelo. Hoy, a un costado del Lucio Fariña, sigue habiendo una explanada que se usa como cancha de fútbol americano y estacionamiento. Aquel lugar debería habilitarse con cesped sintético y ser el lugar donde funcionen las academias escolares de la municipalidad y las ligas empresariales.
Lamentablemente, el proyecto real apunta a renovar la cancha sintética en 2017 por otra más moderna. Cosas que solo pasan en Chile.