ADN RadioConcierto Radio
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Los mil y un errores de Salas

“Un rotundo fracaso”. Así definió Nicolás Castillo la noche de espanto que vivió Universidad Católica ante el débil Real Potosí que significó la temprana eliminación del campeón chileno de la Copa Sudamericana. “Un Escarabajo le ganó a un Ferrari”, apuntó, a su turno, David de la Torre, el técnico visitante. Dos verdades del porte de San Carlos de Apoquindo.

Pareció que los cruzados ganaban con comodidad después del prometedor arranque que transformó a Henry Lapczyk en figura en los primeros 20 minutos y el golazo de Ricardo Noir a los 32'. Católica jugaba a voluntad ante un cuadro que no pasaba la mitad de la cancha. Salas debía corregir el desbalance del sector derecho y ordenar a Diego Buonanotte que tendía hacer una finta de más y no aportaba el pase con ventaja, pero el triunfo, de no mediar un descalabro, era cuestión de tiempo. Nada hacía presagiar el triste desenlace.

Salas se equivocó feo. Tardó en mover el tablero cuando el gol no llegó en los primeros minutos del complemento. Luego sacó a Carreño e hizo ingresar a Espinosa que jugó de enganche, volante central y terminó como zaguero. El candidato a abandonar el campo era Buonanotte, no el seleccionado sub 20.

Inexplicable fue el tardío ingreso de Castillo y Fuenzalida. Dos campeones de América, determinantes en el título del torneo de Apertura, relegados al banco. Según Salas, Castillo no estaba para jugar todo el partido. Consultado por la periodista de AS Carolina Fernández, el ex Brujas aseguró que estaba en condiciones de actuar desde el primer minuto. ¿A quién le creemos?

El pecado del Comandante no fue solo la tardanza en implementar los cambios sino las decisiones implícitas. Reemplazar a Lobos y Parot por Castillo y Fuenzalida, respectivamente, dejó a la UC jugando con un insostenible esquema de 3-1-1-5. Obviamente, los espacios se cerraron y como Buonanotte estaba en un mal día y Espinosa actuando de volante central, nadie alimentó a esos cinco delanteros nominales. ¿Sebastián Jaime mereció jugar los 90 minutos? En ningún caso, debió ser el primer cambio.

Capítulo aparte fue la exclusión de Enzo Kalinski hasta ahora el mejor refuerzo de la temporada. ¿Decisión técnica? ¿Bajo qué argumento? Entrevistado por radio ADN al término del partido Ignacio Prieto comentó con lucidez los motivos de la derrota: recuperar la pelota y jugar siempre a mil por hora, hacer cambios sin respetar las posiciones de los jugadores dentro del campo, concentrar delanteros en un número excesivo y perjudicar la generación del juego. Lo de siempre, no por poner más atacantes se garantiza un mayor volumen ofensivo.

Así como los entrenadores muchas veces ganan los partidos desde el banco, este miércoles Salas lo perdió de la cabina técnica. Se demoró y fue irreflexivo. El equipo que terminó jugando no tenía pies ni cabeza.

Cada técnico tiene su librito pero llama mucho la atención como esta temporada Salas optó por rotar jugadores. Si en el semestre pasado, mantuvo una formación estable en el último tramo del torneo y fue campeón cuesta comprender por qué cambió esa política. ¿Será porque tiene un plantel más amplio y propicia la competitividad? Por ahora, la fórmula no está dando resultados. La eliminación ante Real Potosí ahorra cualquier comentario extra.

Más allá de la calentura de los hinchas cruzados en el estadio y las redes sociales, Salas seguirá siendo el técnico de Católica. Su continuidad no será revisada. Fue campeón, tiene crédito abierto y una enorme oportunidad para darle al club el primer bicampeonato de su historia. El punto es que debe aprender de sus errores y mejorar su liderazgo. En la interna no puede criticar a los más jóvenes y con los argentinos hacer como si lloviera. Ojo ahí. Perdió bonos el comandante. Veremos cómo termina la historia.