Rothfeld: “Queremos que Salah nos vuelva a poner en el mapa”
La presidenta de la Asociación Nacional de Jugadoras ahonda en las razones de la caída libre del fútbol femenino en Chile. “Con Jadue se abandonaron todos los procesos”, reclama.
Iona Rothfeld es cruzada, pero sobre eso, ama la pelota. Tenía 15 años cuando Chile se lució organizando el Mundial sub 20 en 2008. “Ese fue el punto culmine que remató un crecimiento que venía desde 2000”, comenta la mundialista sub 17.
¿Sirvió de algo ese evento hecho en Chile?
Mucho. Dejó lindos estadios.
¿Y para ustedes?
Desde ahí en adelante nuestro deporte empezó a decaer. Con Harold (Mayne-Nicholls) nos sentíamos súper respaldadas. Hubo una continuidad en el trabajo de las selecciones, recursos, proyectos, se invirtió y se trabajó de buena manera. Nunca habíamos sido tan consideradas…
¿Y cuándo asumió Sergio Jadue?
A Jadue nunca lo vi. Con él se dejaron de lado los procesos. Se perdió todo el trabajo y la inversión. Siento que no le interesaba, no nos sentíamos valoradas ni reconocidas. Se hizo muy poco y de mala manera. Desde 2014 estamos sin selecciones, no hay convocatorias ni comunicación. La adulta no existe.
¿Y con Arturo Salah ha cambiado el panorama?
Arturo Salah ha tenido gestos con las niñas. Por lo menos, sabe que existimos. Solo queremos que nos vuelva a poner en el mapa y que trabajemos en conjunto porque sabemos qué funciona y qué no. Las señales son buenas, tienen disposición. Hay que trabajarlo como se hace a nivel sudamericano y mundial. Si no, nos vamos a quedar muy atrás.
¿Qué valor se le debe dar al fútbol femenino?
Se debe ver como una inversión, no como un gasto. Eso, que puede sonar como una perogrullada, no lo es para quienes solo procuran el retorno económico. El fútbol es una herramienta social muy potente.
Pero hay clubes que debieron cerrar sus ramas por falta de recursos, como Unión Española y Audax Italiano…
Eso fue súper sorpresivo y muy doloroso porque estuve un año en Audax. Nunca pensé que sería una opción cerrarlo, creí que era una broma. Fue una falta de respeto porque el estadio que tienen, lo tienen gracias al fútbol femenino. Lo sentí como un golpe a todo el fútbol. Por suerte, ahora Audax permitió usar su nombre para que las muchachas sigan defendiéndolos.