Alexis, ¿de "10"? en la Roja
El juicio es claro. Tampoco hay que darle mucha vuelta al asunto.Chile realizó un partido discreto en Asunción, frente a Paraguay. Al final, la selección guaraní se quedó merecidamente con la victoria por 2-1, en la fecha séptima de las Eliminatorias.
La escuadra que conduce Juan Antonio Pizzi recibió dos goles antes de que se cumplieran 10 minutos de juego, complicando en el inicio sus chances de optar al triunfo. Además hubo un detalle táctico llamativo. Alexis Sánchez inició como puntero izquierdo. No obstante, después se ubicó como volante ofensivo por el centro. ¿Se arrancó con los tarros el tocopillano? ¿Así estaba programado?
La funcionalidad del delantero del Arsenal hizo recordar su etapa inicial en la Copa América Centenario. Poco claro en cuanto a sus tareas y funciones en el campo (Organización de Juego), Alexis merodeaba por distintos sectores, exagerando en la conducción del balón, lo que atentaba contra su performance. Después, José Pedro Fuenzalida se consolidó en el rol de puntero derecho, Sánchez quedó fijo por la izquierda y el tocopillano elevó sustancialmente su aporte.
Entonces, su labor se concentraba esencialmente en aquella zona de la cancha. Si su inclinación hacia el movimiento permanente lo llevaba a desplazarse en exceso, lo hacía de manera longitudinal en el terreno. Muy pocas veces invadía la zona central, que era responsabilidad de Eduardo Vargas y de los volantes interiores (Arturo Vidal y Charles Aránguiz). Ni se aparecía por la derecha, sector de acción del Chapa Fuenzalida y Mauricio Isla.
En Asunción fue lo contrario. De manera rápida, Alexis se situó detrás de Vargas y un poco por delante de Vidal y Aránguiz. Claramente, por la ubicación en la cancha, en la posición de "10". En tal rol, regaló excelente recepciones de espalda al arco rival. Con la marca adosada a su humanidad, giró a derecha o izquierda, en virtud de perfectos controles orientados, para ir a encarar a la línea de cuatro paraguaya desde tres cuartos de cancha hacia arriba.
Hasta ahí todo perfecto. Más bien excelente. Sin embargo, en el paso siguiente estuvo la dificultad. Sánchez no logró interacciones ofensivas significativas con los hombres situados por delante de él (Vargas, Fuenzalida y, en su momento gracias a sus desdoblamientos ofensivos, Vidal e Isla).
Por su alma de delantero, al tocopillano le cuesta desprenderse a tiempo del balón. Sobre todo luego de una gran acción futbolística, como los mencionados giros con control orientado en tres cuartos de cancha para desairar a sus marcadores. Ahí, el impulso por hacer una gran jugada es poderoso y lo hace prolongar en exceso la conducción.
Si no, exhibe una tendencia marcada al balonazo en diagonal hacia la derecha. ¿Será porque allí siempre va a estar Mauricio Isla, su gran partner en los años iniciales en Europa en el Udinese? Cuesta un poco darle asidero a esto. Ya han pasado sus buenos años desde entonces, aunque la Roja puede ser la instancia justa para recordar los viejos tiempos.
Con este panorama, la Selección se queda espontáneamente con un "10" disfuncional. Un hombre en la posición que no se conecta con los delanteros e insiste en exceso en el juego largo hacia la derecha. Además, con su presencia obstruye las emergencias alternadas de Vidal y Aránguiz en esta labor. Un asunto sustancial en las tareas y funciones de los mediocampistas interiores en todo equipo.
El momento cúlmine de todo lo anterior aconteció en un minuto del segundo tiempo. Alexis inició la conducción desde el círculo central, con varios dribblings incluidos. Dejó a oponentes en el camino. Cuando debía realizar la asistencia a Edson Puch, optó por extenderse en el desplazamiento con el balón. Después habilitó al iquiqueño, pero era tarde: el delantero estaba fuera de juego.
La cosa es que también sin un puntero izquierdo bien abierto, la Roja se queda sin amplitud (abrir la cancha) por todo el frente del ataque. Por ejemplo, en casi todo el encuentro en Asunción, todas las penetraciones, mediante combinaciones o acciones individuales, acontecieron por la derecha. Por el otro lado, nada.
Sin Sánchez por delante de él, Eugenio Mena debía haber aprovechado el amplio espacio para proyectarse en ofensiva. Sin embargo, no ocurrió y se echaron de menos entonces las potentes subidas del lesionado Jean Beausejour. Aunque el lateral del Sao Paulo tenía harta pega en asistir a los centrales (Gary Medel y Enzo Roco) en la neutralización de los combativos Federico Santander y Daniel Lezcano, dos delanteros harto molestosos.