Ezequiel Luna nunca había enfrentado a un ex equipo. Ahora, con los colores de Palestino sería su primera vez. Por eso, el defensor corrió a saludar a la barra wanderina y en un gesto inédito, se tomó la foto principal junto a los 11 visitantes . Pese a lo que importante que resultaba para ambos elencos este duelo, no hubo jugadas de quiebre en el primer tiempo. Numéricamente todo favoreció a Palestino, salvo el marcador. Se impuso en la posesión, en las llegadas ofensivas y en las opciones de gol. Ninguna, clara. Mazurek, por más que lo intentó, no pudo concretar dos cabezazos que fueron lo más nítido para el local. Él y Mathías Vidangossy chocaron con Cuadra y García permanentemente sumiéndose en un juego cancino, enmarcado por un inusual calor invernal. Wanderers sintió la ausencia de David Terans. Se dedicó a destruir las inventivas locales sin crearse mayores chances ofensivas que le permitieran aferrarse al liderazgo del campeonato. La visita avisó temprano al inicio de la segunda parte. Farfán y Quiñones no supieron resolver frente a Melo. Pero la mayor advertencia vendría de parte de Benegas. El goleador árabe recibió de espaldas y sacó un remate que remeció el poste derecho de Castellón. Palestino volvió a inclinar la cancha hacia el arco de Castellón, pero a diferencia del primer tiempo, las oportunidades fueron más claras. Benegas desvió de cabeza y luego entre Castellón y Parra le quitaron el gol desde los pies. En la visita, ingresaron Gonzalo Candía por un insulso Javier Parraguez y Kevin Vásquez por Adrián Cuadra. En Palestino, Diego Torres por Jeisson Silva. Esteban Carvajal sirvió dos pelotas que debieron ser la apertura del marcador. En ambas, Roberto Cereceda no supo finiquitar. En la primera de ellas desvió un cabezazo frente al arco descuidado. Un error de Luna en el cierre del partido casi permite que la visita robe tres puntos. Pero no, la paridad estaba definida. Wanderers no fue capaz de llegar a la cima.