La mejor finta de Messi
Siempre será bueno para el futbol que Lionel Messi esté en la cancha, ya sea vistiendo la albiceleste o la blaugrana. Siempre hay una promesa de espectáculo allí.
Para los seguidores de la Roja hay un sabor especial haber ganado dpos Copa América seguidas y precisamente en ambas ocasiones ante el cinco veces ganador del balón de oro, algo que el transandino no pudo soportar. Detonó así una crisis que tomaría ribetes inclusive federativos. La Pulga, al igual que varios de sus compañeros, declaró que no jugaría más por Argentina.
Varios pensaron que esas declaraciones se hacían bajo el ineludible dolor de una nueva derrota y se presumía que este futbol gobernado por dólares y patrocinadores no se podía mantener con una ausencia tan importante. Quizás algo de verdad hay, pero soy de los que piensa que el máximo honor de un deportista es representar a su país y no hay espacios para súplicas populares o hacerse de rogar. No hay mayor orgullo que representar a tu patria.
Desde sus inicios, Lionel Messi se declaró absoluto admirador de Diego Armando Maradona. Era tal la devoción que en 2007 decidió emular frente al Getafe aquel épico gol que hiciese Maradona frente a los ingleses con una danza de amagues y magia. No conforme con ello, la “mano de Dios” también tuvo su imitación semanas después frente al Espanyol, colmando la prensa de aquel entonces con bulladas comparaciones y hablando que Diego ya tenía un sucesor. Es justo decir que no es lo mismo en partidos por la competición española que el paso a una semifinal de la copa del mundo frente a los ingleses y que, a la postre, sería la última copa del mundo ganada por Argentina.
Dejando a un lado las recientes y poco amistosas frases en off de Maradona sobre Leo, no debe ser fácil para Messi cargar con ese karma de ganar todo con su club y, sin embargo, no lograr nada con su selección. Eso es algo que aún no puede imitar.
Messi es un jugador extraordinario, alabado por todos. Hace un par de años, Pep Guardiola declaraba que les podría contar a sus nietos que tuvo el placer de ser su entrenador. El actual 10 culé tiene una habilidad sobrenatural para amagar, que incluso la ha llevado fuera de las canchas. Cuando todos vieron que la acusación por fraude al fisco español amenazaba su carrera, una rápida finta colocó a su padre como el único y gran responsable. Pero la mejor gambeta de Messi fue cuando, con gran destreza, logró pasar de culpable a víctima. Y los mismos que lo atacaban terminaron rogándole que volviera a su selección.
Por cierto, su gol frente a Uruguay dejó a Argentina momentáneamente al tope de las clasificatorias mundialistas sudamericanas.
Simplemente un crack.
*Josep Sánchez fue el ganador del concurso "Comentarista AS Sony"