Fuenzalida vs Beausejour
Esta historia tenía un pasado reciente. Provenía del clásico en que Universidad Católica se quedó con el triunfo por el Torneo de Apertura. Los cruzados se impusieron por 3-0 en el Estadio Nacional y José Pedro Fuenzalida y Jean Beausejour, por coincidencia espacial en el terreno de juego, tuvieron su primer duelo táctico en el contexto de enfrentamientos universitarios.
En Ñuñoa, con un desarrollo esencialmente defensivo (atento a las pasadas permanentes en ofensiva del lateral izquierdo de los azules), Fuenzalida se impuso en la disputa. Entonces, no hubo persecución, en el formato típico del "7" corriendo detrás del "4". El Chapa esperó de frente a Beausejour y le hizo imposible la faena. Sin embargo, en la obtención de la Supercopa todo fue muy distinto.
Partiendo por el Plan de Juego (cómo vamos a jugar el partido) de la UC. Durante el primer tiempo, el equipo de Mario Salas apretó arriba (Presión Adelantada), generando múltiples emparejamientos para anular todos los apoyos a Johnny Herrera, quien tenía la responsabilidad del pase inicial. Los duelos quedaron así: Castillo y Buonanotte tomaron a los centrales, Fuenzalida y Noir hicieron lo propio ante los laterales y Kalinski se fue encima de Lorenzo Reyes para evitar el avance por el centro. Aún así, la U procuró salir con la pelota a ras de piso (Ataque Construido). Tal contumacia amerita otro análisis.
En esa subtrama del partido, del bloque ofensivo cruzado acosando con fruición y eficacia en los primeros 20-30 metros de su oponente, el Chapa destacó por sobre el resto. Jamás dejó libre a Beausejour, bloqueándolo en el inicio de la circulación del balón y lo siguió hasta cerca de la línea de meta propia. Así, comenzó a cristalizar su nuevo y personal triunfo táctico.
Cuando la UC se desplegó en ofensiva (esencialmente durante el primer tiempo, porque en el complemento solo empleó el Contraataque), Fuenzalida le ganó la espalda en forma regular al zurdo. La epítome fue el segundo gol, de propia autoría del Chapa: tras una veloz Permutación (intercambio de posición y función en ataque) entre Castillo, quien quedó de "10", y Buonanotte, que se ubicó de "9", la pelota le llegó desde ambos al "7" cruzado para batir de un toque a Herrera. Beausejour, abierto a unos 10 metros de distancia, solo agachó la cabeza. Se percató altiro de su desubicación espacial.
Antes, en la apertura de la cuenta otra pequeña victoria había logrado también el delantero de la UC. Fue mérito exclusivo de su buena interpretación del juego. Al percibir inestabilidad en el manejo del balón entre los centrales azules, abandonó la marca de Beausejour, se lanzó a presionar a Alejandro Contreras y forzó la pérdida de este. Luego vino el centro-pase, con la defensa de la U absolutamente desconfigurada (hasta Yerko Leiva, segundo volante de contención, terminó cerrando como lateral derecho), para que Castillo anotara de cabeza. El zurdo solo atinó a regresar en diagonal hacia el área, pero no ya no había nada qué hacer.
En el segundo tiempo, como que se jugó un micropartido. Cambiaron elocuentemente los patrones de interacción entre ambos rivales. La UC se echó bien atrás (trasladó su presión 50 metros más cerca de Cristopher Toselli) y buscó generar progresiones veloces hacia el arco rival. La idea no prosperó, porque en el paso final de cada maniobra ofensiva les faltó movilidad a los delanteros para ganar la espalda del oponente y quedar de cara a Herrera.
En ese contexto, el Chapa repitió el repertorio táctico que había empleado ante Beausejour en el triunfo por 3-0 en el Nacional, por el Apertura. Esperó al zurdo varios metros más atrás. No se desesperó frente a la recepción libre del azul en la mitad de la cancha, ni tampoco perdió la cabeza y fue a encimarlo tras el control a tontas y locas.
Al contrario, lo acompañó en cada avance al lateral de la U, demorando la jugada (Retardación) para permitir las adaptaciones defensivas de todo el bloque cruzado. En este plano, Fuenzalida tuvo el aporte inesperado de la falta de registro interaccional entre Beausejour y Jonathan Zacaría. Era la primera vez que ambos zurdos actuaban juntos como titulares en los azules y la falta de fiato resultó evidente.
En el minuto 86, Sebastián Beccacece dispuso la sustitución de Beausejour por Mario Briceño, quien se ubicó de "11" y Zacaría se fue de "4". Salas advirtió la movida táctica e interpretó que no tenía sentido seguir con el Chapa en la cancha. 120 segundos después, también lo sacó. Ya se había impuesto otra vez en el duelo entre los bicampeones de América.